Von der Leyen, Michel, Schmit...: comienza el 'juego de las sillas' de las elecciones europeas

Irene Castro

Bruselas —
14 de enero de 2024 22:21 h

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A cinco meses de las elecciones europeas, el baile de nombres ha comenzado y, con él, se anticipa el juego de las sillas del que será el próximo reparto de poder de las instituciones europeas. La fecha (6-9 de junio) está marcada en rojo en el calendario desde hace tiempo, pero el sorpresivo paso del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de encabezar la lista de los liberales belgas ha removido aún más las aguas en la capital comunitaria. 

La decisión de Michel, que tiene aspiraciones más allá de ocupar un escaño, supone un primer seísmo porque fuerza a los líderes de los 27 a ponerse las pilas para elegir a su sucesor ante su salida prematura. El mandato del belga concluye en noviembre de 2024, pero recogerá en junio el acta de eurodiputado (que espera obtener aunque los liberales bajen) y es incompatible con la presidencia del Consejo Europeo. La maniobra ha sentado mal a muchos en Bruselas. Según las normas vigentes, la vacante la podría asumir de forma temporal el presidente rotatorio del Consejo de la UE. ¿Problema? Se tratará a partir del 1 de julio del ultraderechista Viktor Orbán, que se ha convertido en el ‘elefante en la habitación’ con sus vetos y amenazas constantes. Lo que sostienen en el equipo de Michel es que su sucesor podría asumir el cargo ya en el verano de 2024.

La cita de los líderes para repartir el poder de la UE está prevista para los días 27 y 28 de junio, aunque en 2019 se alargó durante varios días ante el bloqueo de las negociaciones. Y es que la designación no es tan sencilla porque esos cargos (denominados top jobs en el argot comunitario) se deben encajar como las piezas de un puzle en el que se conjugan los intereses partidistas, el equilibrio geográfico y de género para las principales instituciones (presidencias del Consejo Europeo, de la Comisión Europea y de la Eurocámara –que este mandato se repartieron los dos principales grupos–, y el alto representante). 

Los posibles nombres para encabezar el Consejo Europeo circulan ya desde hace tiempo. El portugués António Costa era uno de los favoritos, pero el escándalo de corrupción que le llevó a la dimisión, en principio, complica su camino, aunque algunas de las acusaciones son frágiles. Financial Times ha apuntado al exprimer ministro italiano y expresidente del BCE, Mario Draghi. 

Pero la primera que tiene que deshojar formalmente la margarita es la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que aún no ha revelado si quiere optar por un segundo mandato. Si la alemana da el paso, todo apunta a que repetirá al frente del gobierno comunitario. Pedro Sánchez, por ejemplo, ya avanzó su apoyo en caso de que la presidencia de la Comisión recaiga en el EPP como fuerza más votada. 

Esa decisión cortaría el paso a otros dirigentes del EPP al frente de los demás altos cargos de la UE y supondría cumplir con el espíritu de los spitzenkandidaten (los cabeza de cartel a nivel europeo), que no se respetó tras las elecciones de 2019 en las que el veto a Manfred Weber de líderes como Emmanuel Macron acabaron con Von der Leyen al frente. El EPP celebrará el congreso para esa designación los próximos 6 y 7 de marzo en Bucarest. El Parlamento Europeo ha elevado la presión sobre el Consejo (donde están representados los gobiernos) para que se respeten las candidaturas a nivel europeo porque con las reglas vigentes no tienen la obligación legal. 

Por los socialdemócratas ha mostrado su interés por ser cabeza de cartel el actual comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit (Luxemburgo, 1953), y fuentes de la cúpula del partido apuntan a que la intención es que no haya más de un candidato para el congreso que celebrarán en Roma (1 y 2 de marzo). La gran preocupación del grupo que lidera Iratxe García, no obstante, es que el EPP dé un viraje después de meses en los que se ha alineado con la extrema derecha en votaciones clave separándose de la alianza con socialdemócratas y liberales. No obstante, a pesar de haber cortejado a Giorgia Meloni, Weber ha reivindicado el actual acuerdo

También los liberales han dejado claro que no ven esa alianza con la extrema derecha de ECR, según dijo el jefe de la bancada de Renew Europe, Stéphane Séjourné, en un desayuno informativo justo antes de ser nombrado ministro de Exteriores en Francia. La intención de Renew es encontrar un candidato de consenso entre todos los partidos que conforman el grupo. En 2019, ALDE (el partido europeo mayoritario del grupo) se presentó con un grupo de candidatos, entre los que se encontraba la actual comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, o el exeurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano, entre otros. 

Los liberales se arriesgan a perder la tercera posición en favor de la extrema derecha de ECR, el grupo del que forma parte Vox, ante su auge en países como Italia (Fratelli d’Italia) o Alemania (Alianza Alemania) en comparación con las últimas europeas. A lo largo de la legislatura, ha habido intentos por aunar a todas esas formaciones en citas a las que han asistido dirigentes como Orbán (que fue expulsado del EPP en 2021), la francesa Marine Le Pen, Meloni o Santiago Abascal. 

Los que más se han anticipado en esta ocasión han sido los verdes, que tienen ya cuatro aspirantes para dos puestos de los que serán sus spitzenkandidaten, entre ellos la actual copresidenta del grupo, la alemana Terry Reintke; y el holandés Bas Eickhout, que fue junto con Ska Keller el aspirante en 2019. También aspiran la letona ElÄ«na Pinto y la italiana Benedetta Scuderi. La otra pata del grupo Green/EFA ya eligió a sus candidatos: Maylis Rosberg, de la minoría danesa de Alemania, y de forma simbólica Raül Romeva, cuyo nombre no figurará siquiera en la papeleta de ERC dado que el exconseller de Exteriores están aún inhabilitado para ejercer cargos públicos. 

El grupo The Left no tiene aún quinielas para el que puede ser su cabeza de cartel, aunque la intención es que salga un nombre de la Asamblea General del Partido de la Izquierda Europea (del que forma parte Izquierda Unida, pero no Podemos) que se celebra en Liubiana (Eslovenia) el 23 y 24 de febrero.