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IU-Ganemos: ¿dónde está la bolita?

Una cosa es distraer con el marketing o enredar y otra diferente es confundir deliberadamente para engañar no ya al adversario político sino al votante. Una cosa es jugar y otra es estafar. Una cosa es la política barata y otra son los trileros.

Los dirigentes de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid llevan años moviendo los cubiletes, intentando despistar al votante al ritmo de dónde-está-la-bolita. Primero para que pareciera que se abrían a lo que ocurría en el 15-M, sin hacerlo realmente. Luego para que pareciera que encarnaban el malestar de las mareas sin dejarse atravesar por ellas ni siquiera gracias al empuje de sus propios militantes. Luego para que pareciera que renovaban sus apuestas electorales sin que nadie se tuviera que mover del sillón. Todo ante la desesperación de muchos de sus votanes, militantes y cargos en toda España, a los que faltaban referentes en una plaza tan importante, tan observada, como Madrid.

No reconstruyamos de nuevo la historia de Izquierda Unida en Madrid, de cómo su anquilosamiento y su complicidad muchas veces con lo peor del poder ha anulado cualquier posibilidad de alternancia política, de cómo esa actitud ha sido progenitora de dos partidos: Equo y Podemos, hijos directos de ese tapón en IU. Todo esto lo intentamos explicar a través de la historia de un volcán.

Miremos solo este último movimiento de cubilete, el más descarado, claramente encaminado a confundir al electorado e intentar que gente que ande un poco perdida con la confluencia coja la papeleta de IU creyendo que está cogiendo otra.

A ver cómo lo explicamos.

El nombre de Ganemos surge en Madrid inspirado por el nacimiento de Guanyem, que obviamente se llama así como guiño a la eclosión de Podemos. ¿Cuál es el germen? Pues lo contamos aquí, pero en resumen: un grupo de activistas vinculados al 15M que organizan una primera asamblea-debate, Municipalia. Allí se junta mucha gente de Equo, de Podemos, de colectivos políticos y sociales muy variados; también militantes relevantes de IU, pero desde luego ninguno de la actual dirección de IU en Madrid sino precisamente los que son críticos con su inmovilismo.

Después de muchas curvas y contracurvas, llegamos a otra fase en la que en IU de Madrid parece que la cosa comienza a abrirse porque los críticos con la dirección ganan las primarias. Son Tania Sánchez y Mauricio Valiente. Los dos apuestan por no ir en solitario a las elecciones y por participar en la confluencia en Ganemos Madrid. La dirección de su partido se niega: ellos son los candidatos, sí, pero no deciden la estrategia electoral. Tania Sánchez y Mauricio Valiente tienen que salir de IU para seguir apostando por estos procesos.

Cuando la dirección de IU en Madrid parece abocada a la muerte por inanición social, aparece un nombre sanador: Luis García Montero, que acepta ser candidato a las elecciones autonómicas e inyecta a la moribunda dirección regional del partido su legitimidad y la de una corriente con buenas relaciones públicas en el mundo de la cultura.

Paralelamente, y esto es importante en esta historia, todos los Guanyem y Ganemos que se van formando en muchas ciudades tienen que renunciar a esas marcas ya conocidas para presentarse a las municipales: en su ingenuo empeño por “no ser un partido político” han dejado pasar el tiempo y un listo - Julià de Fabián - se ha aprovechado y la ha registrado antes.

Esa persona ha estado llamando a representantes de los diferentes Ganemos para “ofrecer” la marca con un empeño: montar una iniciativa paralela a Podemos que gane poder en las municipales y se presente como fuerza propia en las elecciones generales. En Izquierda Unida Madrid, de espaldas a la dirección federal y al candidato estatal Alberto Garzón, ha decidido dar por buena esta interlocución con quien dice ser “la Coordinadora Estatal de Ganemos”, algo que sencillamente no existe más que en el nombre.

Así que, cuando falta nada para las elecciones, ‘los ganemos’ y sus aliados se tienen que cambiar de nombre: Barcelona en Comú, Ahora Madrid, Zaragoza en Común…

Y así hasta hoy. IU va por libre a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento. Podemos va por su cuenta en la Comunidad y con Ahora Madrid para el Ayuntamiento. Cada uno hace su apuesta, más o menos acertada para sus intereses, pero sin engañar a nadie.

Pero aquí llega el movimiento de la dirección de IU en Madrid: negocia  - no sabemos a cambio de qué - con la persona que registró la marca ante el Ministerio y decide utilizar la marca Ganemos para las elecciones autonómicas y municipales de la capital y los pueblos de Madrid.

Es decir, Izquierda Unida en Madrid se disfraza de lo que no es para aprovechar la confusión de marcas, para cazar el voto del despistado. Para estafar al ciudadano que persigue la bolita de la ilusión de cubilete en cubilete, atento como si fuera la primera vez que vota. Perdido por culpa de los trileros. O no.

Una cosa es distraer con el marketing o enredar y otra diferente es confundir deliberadamente para engañar no ya al adversario político sino al votante. Una cosa es jugar y otra es estafar. Una cosa es la política barata y otra son los trileros.

Los dirigentes de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid llevan años moviendo los cubiletes, intentando despistar al votante al ritmo de dónde-está-la-bolita. Primero para que pareciera que se abrían a lo que ocurría en el 15-M, sin hacerlo realmente. Luego para que pareciera que encarnaban el malestar de las mareas sin dejarse atravesar por ellas ni siquiera gracias al empuje de sus propios militantes. Luego para que pareciera que renovaban sus apuestas electorales sin que nadie se tuviera que mover del sillón. Todo ante la desesperación de muchos de sus votanes, militantes y cargos en toda España, a los que faltaban referentes en una plaza tan importante, tan observada, como Madrid.