Análisis Rise of the Tomb Raider. Para inmortal, esta saga
Pocos personajes de la industria del videojuego son tan veteranos como Lara Croft. Y es que, aunque se conserve muy bien para sus años, la aventurera y arqueóloga británica lleva casi veinte años repartiendo leña, explorando tumbas y derrotando a fuerzas sobrenaturales de todo tipo. Desde la Muralla China hasta los canales de Venecia, pasando por la selva tropical, Egipto, Perú, y un largo etcétera. Lara ha viajado por todo el mundo, y quieras que no, eso desgasta.
Tras alguna que otra entrega destinada al fracaso, Crystal Dynamics se puso al frente de la saga en 2006, con Tomb Raider: Legends, después con el remake 'Anniversary' y, por último, con la secuela 'Underworld'. Y hasta ahí, porque el estudio rompió con las entregas más antiguas de la aventurera y decidió reiniciar la saga con Tomb Raider, un juego más adulto competencia directa de los AAA más aclamados: acción frenética, muertes brutales, una aproximación más oscura...
Y demostró que esa fue una gran decisión. El juego arrasó, superando con creces a las últimas aventuras de Lara, que habían visto como su popularidad descendía en picado. Los escépticos con este reinicio tuvieron que admitir que era un juegazo, y finalmente, hace varios meses ocurrió lo que tenía que ocurrir: Crystal Dynamics anunció la secuela. Una secuela que, por fin, ya está aquí.
Rise of the Tomb Raider ha llegado a Xbox One y Xbox 360. La esperada continuación del reboot ha generado un hype absoluto, y muchos esperan que supere a su predecesor con creces. Pues bien, ya no hay que esperar más (o sí, en caso de que seas jugador de PC o PS4). Sigue leyendo y descubre qué nos ha parecido Rise of the Tomb Raider.
En busca de la inmortalidad
En busca de la inmortalidadLa nueva aventura de Lara arranca meses después de lo visto en el primer juego. ¿Os acordáis de esa Lara jovencita, inexperta y que pasaba más miedo que vergüenza? Pues ya no existe. Ahora es una auténtica badass, y está decidida a probarlo.
Tras los sucesos ocurridos en Yamatai, Lara ha aceptado que hay cosas en este mundo más allá de su comprensión. Y enseguida una de ellas viene a su mente. Hace años, su padre, el prestigioso arqueólogo Richard Croft, empezó a investigar los secretos de la inmortalidad. Un tema bastante peliagudo, que hizo que todos sus colegas y la prensa le dieran la espalda. Finalmente, Croft murió solo y acabado.
Ahora, Lara ha visto que la investigación de su padre podría conducir a algún sitio. Por ello decide continuarla, tanto para descubrir el gran misterio que oculta como para limpiar la memoria de su progenitor. Eso la llevará a viajar a Siria, donde descubrirá que la mítica ciudad de Kitezh, en Siberia, podría existir, y que tras sus muros se oculta el misterio que causó la ruina de su padre.
Por desgracia, llegar a Kitezh no será nada fácil. Además de las trampas ancestrales, la brutal naturaleza y los peligros de ir paseando por ruinas medio derruidas, Lara se topará con un enemigo temible: la Trinidad. Se trata de un grupo fundado hace cientos de años, una orden secreta religiosa que ha sobrevivido hasta el día de hoy. Dirigido por Konstantin, un misterioso hombre con oscuros secretos, este grupo (más bien, ejército privado) va detrás del “Artefacto”, una reliquia que planean utilizar para cambiar el destino de la humanidad. Y como no, la mala suerte hace que ese artefacto esté intrínsecamente relacionado con la investigación de Richard Croft.
Estará en manos de Lara evitarlo. Por desgracia, Konstantin será un enemigo temible que no le pondrá las cosas fáciles, y además, la Trinidad podría ser más cercana a ella de lo que imaginaba.
La lucha por la supervivencia. La clave está en los campamentos
La lucha por la supervivencia. La clave está en los campamentosSi hay algo que quedó claro en el anterior Tomb Raider, es que Lara tiene muy mala suerte. Hasta ahora la han secuestrado, golpeado, intentado asesinar, se ha caído por precipicios, casi se ahoga en varias ocasiones... En Rise of the Tomb Raider continúa por ese camino. Por suerte sigue contando con sus súper habilidades que le permiten dar saltos impresionantes, trepar por toda clase de superficies y luchar contra varios enemigos casi sin despeinarse.
Aún así, Lara necesitará mejorar sus habilidades si quiere sobrevivir en este entorno hostil, así como mejorar las armas y herramientas que utilizará tanto dentro como fuera de los combates. Podrá hacer todo esto en los campamentos, pequeños refugios que podrá construir en puntos determinados del gigantesco mapeado.
Mientras se calienta junto a la hoguera, Lara podrá gastar los puntos de habilidad que haya ganando consiguiendo experiencia en tres categorías de habilidad distintas. En la primera, Matona, mejorará su destreza en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Por ejemplo, podrá fortalecerse para que los impactos de bala o las explosiones le causen menos daño, aumentar su resistencia o aprender movimientos nuevos.
En la segunda categoría, Cazadora, podrá mejorar sus ataques a distancia o con el arco. De esta forma será más efectiva cuando actúe con sigilo, haciendo que los enemigos tarden más en detectarla o que pueda acabar con más de uno a la vez utilizando un arco compuesto. En la tercera categoría, Superviviente, Lara podrá mejorar sus habilidades relacionadas con el crafteo de munición, armas y equipo, o potenciar su percepción para detectar más elementos útiles durante la exploración.
En cuanto al equipo y munición, Lara comenzará la aventura armada únicamente con su inseparable arco y su utilísimo piolet. Ambas armas tienen muchas funcionalidades, y aunque son muy útiles en los combates, lo cierto es que fuera de ellos es cuando se vuelven más fundamentales.
Por ejemplo, el piolet es vital para escalar por superficies resbaladizas, como hielo, o para abrir puertas y cofres cerrados. Además, podemos utilizarlo en combates cuerpo a cuerpo, demostrando ser un arma mortífera. El arco es el arma perfecta si queremos actuar con sigilo, pero además nos ayudará a avanzar y a recoger recursos inaccesibles. Por ejemplo, con él podemos lanzar cuerdas a superficies elevadas y trepar por ellas. A medida que avanzamos vamos descubriendo más utilidades para estas herramientas, y además, como hemos mencionado anteriormente, podemos mejorarlas en los campamentos.
Para ello necesitaremos recursos de toda clase: madera, pieles de animales, metales especiales, etc. Los encontraremos repartidos por todo el mapeado, ya sea en árboles que debemos romper o cazando ciervos y osos. Cada mejora de un arma exigirá cierto número de recursos, así que cuando los consigamos podremos desbloquearla. De esta forma podemos hacer que el arco sea más resistente, o que el piolet provoque más daño.
Además, podemos crear equipo y armas desde cero. Para ello necesitaremos muchos recursos de los mencionados anteriormente, y en ocasiones componentes especiales, como partes de una pistola semiautomática. La utilidad de una pistola está clara, pero otro equipo, como por ejemplo bolsas extra o chaquetas más gruesas, permitirán que Lara pueda llevar más munición o que los enemigos le causen menos daño.
Otro aspecto clave, la munición. Pues más de lo mismo. Por ejemplo, para fabricar flechas necesitaremos madera y plumas, y si queremos mejorarlas podemos crear flechas envenenadas recogiendo plantas y setas especiales. Hacernos con balas será más complicado, ya que o bien debemos encontrar cargadores, o bien fabricarlas utilizando metales raros difíciles de encontrar. La munición podemos crearla en cualquier momento, incluso durante los combates, pero para mejorarla tendremos que volver al campamento.
La acción, vital en todo buen Tomb Raider
La acción, vital en todo buen Tomb RaiderAlgo que a Lara siempre se le ha dado muy bien, y que en Rise of the Tomb Raider queda más claro que nunca, es actuar con determinación en momentos de peligro. Es sentir como le sube la adrenalina, y nuestra aventurera se atreve con todo: escalar precipicios, esquivar trampas, iniciar persecuciones frenéticas, meterse en auténticas batallas campales...
No es para menos, ya que la acción es vital en todo buen Tomb Raider, y éste no es una excepción. Además del arco y el piolet, Lara podrá utilizar una gran variedad de armas, ya sean fabricadas por ella en el campamento o alguna que se encuentre perdida por ahí (incluso podremos comprar algunas, utilizando monedas antiguas que encontraremos durante la aventura). Además, puede fabricar explosivos improvisados con latas o botellas, o utilizar cualquier elemento del escenario para distraer a los enemigos o acabar con varios de un golpe.
No hay mucho que decir en lo referente a esta parte “shooter” del juego. Lara puede cubrirse, esquivar ataques, disparar como una posesa o liarse a puñetazo limpio si se topa cara a cara con un matón. En este aspecto, el juego no ofrece cosas que no hayamos visto antes, ¿pero quién las necesita? Todo lo que ofrece, lo ofrece a lo grande, y eso es lo importante.
Lo mismo ocurre con el sigilo. Lara puede moverse lentamente para pillar a los enemigos por sorpresa, u ocultarse entre los arbustos para evitar ser detectada. Con el arco podemos deshacernos rápidamente de varios enemigos sin que nos detecten, o lanzar botellas para atraer su atención hacia un punto determinado, ya sea porque queremos esquivarlo o porque somos más de apuñalar por la espalda.
Cuando estemos en sigilo será fundamental el modo instinto de combate. Podemos entrar en este modo en cualquier momento, y gracias a él veremos a los enemigos y los objetos clave resaltados en amarillo o en blanco. De esta forma podemos hacernos una idea de cuántos rivales tenemos ante nosotros, y si hay algún generador o explosivo que pueda ayudarnos a librarnos de varios de una sentada.
Eso sí, tenemos que estar muy atentos a los enemigos que aparecen resaltados en rojo, ya que eso significa que se están viendo entre ellos, o que algún otro lo tiene en su campo de visión. De esta forma se nos alerta de que no debemos atacarles, o rebelaremos nuestra posición. Es un modo de gran utilidad, que nos permite enfocar los combates de una forma más táctica.
Arqueóloga ante todo
Arqueóloga ante todoOtro aspecto fundamental de Rise of the Tomb Raider son las tumbas, mucho más numerosas que en la anterior entrega. Crystal Dynamics ya anunció que incluiría más de estos escenarios especiales, como forma de recuperar esa esencia de los primeros juegos de la franquicia que, querámoslo o no, quedaron un poco olvidados en el reboot de 2013.
En las tumbas tendremos que resolver toda clase de puzles y sortear trampas para avanzar y llegar a su “corazón”, y para ello tendremos que ser hábiles tanto con las armas como con nuestra mente. Lo cierto es que es un gustazo explorar las magníficas ruinas, que nos devuelven un poco a esos tiempos más sencillos cuando una cuadriculada y pixelada Lara nos concedió horas y horas de diversión.
Además, Rise of the Tomb Raider da especial importancia a la exploración, y eso se aprecia especialmente en estas tumbas, plagadas de secretos de todo tipo que muchas veces serán inaccesibles la primera vez que pasemos frente a ellos. Por ejemplo, muchas veces nos toparemos con pilares o inscripciones con idiomas antiguos: griego, mongol, etc. Lara no podrá leerlos, pero a medida que se tope con murales o reliquias especiales, su conocimiento en estos idiomas aumentará. Esto hará que, cuando regrese a esos pilares, pueda traducirlos y desvelar secretos de la trama.
También habrá zonas inaccesibles la primera vez que las visitemos, pero a medida que desbloqueemos herramientas y formas de abrirnos el camino, podremos pasar a través de ellas. Estas zonas suelen conducir a tesoros secretos, así que es conveniente volver sobre nuestros pasos para visitarlas. De esta forma el juego nos invita a movernos libremente por el mapa, explorando todos sus secretos.
Lo mejor es que estas áreas, pilares, etc., no son vitales para la trama, así que si no queremos volver atrás también es posible. Podemos seguir avanzando y olvidarlos de las maravillas que dejamos atrás. Eso sí, tened en cuenta que buscar todos los secretos puede ampliar considerablemente la duración del juego, casi el doble.
Esto sí es nueva generación
Esto sí es nueva generaciónHemos jugado a Rise of the Tomb Raider en Xbox One, y lo cierto es que hemos quedado gratamente sorprendidos. Seamos sinceros, la consola de Microsoft casi siempre ha perdido en lo referente a resolución, que en muchas ocasiones no supera los 900p, pero aquí no es así.
Crystal Dynamics ha hecho una labor encomiable trayéndonos la mejor experiencia posible, con una resolución de 1080p durante el gameplay y una de 900p durante las cinemáticas. Además, la tasa de fps es bastante estable, y convive con unas texturas de infarto y un diseño de personajes y escenarios que rozan el realismo más absoluto.
Las sesiones de captura de movimiento han valido la pena, ya que nos encontramos con unos personajes con una expresividad abrumadora. No os extrañéis si os quedáis embobados mirando la cara de Lara tratando de autoconvenceros de que no es real.
Lo cierto es que Rise of the Tomb Raider se ha convertido gracias a todo esto en uno de los juegos más potentes de la consola de Microsoft a día de hoy, gracias a la excelente labor de sus creadores. El conjunto lo cierra una banda sonora épica y emotiva y un doblaje muy acertado, tanto en versión original como en español.
Así da gusto jugar. Esto sí es nueva generación.
Lo mejor:
- El impresionante mapeado por el que podemos movernos con relativa libertad. No termina de ser mundo abierto, pero se le acerca bastante. Además, está lleno de secretos que descubrir que nos invitan a explorarlo a fondo.
- El equilibrio entre supervivencia, acción y sigilo. Ninguno de estos aspectos decepciona.
- Gráfica y técnicamente es un portento.
- Consigue recuperar la esencia de los primeros Tomb Raider que se perdió un poco en el reboot de 2013. Lo consigue gracias a las tumbas, reliquias, etc.
Lo peor:
- Por sacar algo negativo... ¿La historia? Puede que no sea tan adictiva como otras, o que ya hay muchos juegos de Tomb Raider como para sorprendernos. La trama no es mala, en absoluto, pero no es lo mejor del juego.
Conclusiones
ConclusionesAnálisis Rise of the Tomb Raider. Para inmortal, esta saga
Era difícil, pero Rise of the Tomb Raider ha superado con creces a la primera parte del reboot. No sólo porque ha mejorado aspectos que ya veíamos en esa entrega, como los combates o el sigilo, sino porque incluye importantes novedades y un apartado gráfico y técnico de infarto, que muchos otros títulos AAA ya quisieran para sí.
Lara Croft ha vivido mucho, es una veterana en esto de los videojuegos y eso suele pasar factura a largo plazo. Por suerte, eso no ha ocurrido en Rise of the Tomb Raider. Nos encontramos ante uno de los mejores títulos de aventura, exploración y acción del año, una pequeña obra de arte por la que sólo nos queda felicitar a Crystal Dynamics.
Si eres fan de Lara Croft, esta nueva entrega te ofrecerá todo lo que podías desear en una de sus aventuras. Si eres nuevo en la franquicia, no encontrarás mejor juego para empezar.
Por: Álvaro Alonso
Análisis Rise of the Tomb Raider. Para inmortal, esta saga
11/09/2015
9 / 10 estrellas