Análisis Saint’s Row IV: Re-Elected, el presidente más macarra reaparece en la nueva generación
Cualquier amante de los videojuegos en los que prima el sentido del humor, habrá echado alguna vez el ojo a la saga Saint’s Row, una franquicia que mezcla de forma especialmente elegante un alto nivel de violencia gratuita con secuencias y diálogos tan absurdos como desternillantes.
La cuarta entrega de la serie vio la luz a finales de 2013 para consolas de la anterior generación y PC, y siguiendo las tendencias de recuperar algunos de los títulos más llamativos de los últimos años, ahora le llega el turno a PS4 y Xbox One, que reciben una reedición bajo el nombre de Saint’s Row IV: Re-Elected.
Un argumento que no dejará indiferente a nadie
Un argumento que no dejará indiferente a nadieA diferencia de los tres anteriores títulos de la saga, los enfrentamientos entre bandas callejeras pasan a segundo plano, y es que nuestro protagonista, tras conseguir convertirse en todo un fenómeno de masas, acaba siendo elegido, nada y más y nada menos, que en el Presidente de los Estados Unidos.
Eso sí, su comportamiento ante semejante responsabilidad, poco o nada tendrá que ver con el de cualquier político al uso, y la mismísima Casa Blanca será la primera víctima de sus excentricidades: Streapers, camareras ligeras de ropa sirviendo copas a sus invitados mientras fuman marihuana, un tigre de Bengala campando a sus anchas por el edificio, o un Despacho Oval convertido en un arsenal propio de cualquier mafioso de altos vuelos son sólo algunos ejemplos del tono gamberro y desenfadado del que hace gala la aventura desde los primeros compases del juego.
Tomaremos decisiones por el bien de nuestra gloriosa nación y firmaremos decretos con los que erradicar el cáncer en el mundo, un presidente perfecto vaya, aunque el asunto no tarda en torcerse a causa de una invasión alienígena a gran escala que amenaza la paz mundial, y lo que es peor, abduce a todo nuestro gabinete.
A pesar de los esfuerzos del Presidente por detener el ataque subido en un cañón antiaéreo adornado con barras y estrellas, la superioridad tecnológica del enemigo provoca que acabe siendo capturado y encerrado en una simulación al más puro estilo Matrix, escenario donde se desarrollará casi la totalidad de la trama.
El Presidente ahora tiene superpoderes
El Presidente ahora tiene superpoderesSe trata una vez más de un juego de mundo abierto en el que podremos desplazarnos libremente por esta realidad alternativa, aunque en esta ocasión, aprovechando el guiño a la obra de los hermanos Wachowski, contaremos con determinadas formas de “saltarnos las normas establecidas” en esta realidad virtual adquiriendo superpoderes que nos permiten correr a velocidades endiabladas, saltar edificios como quien salta un charco o recurrir al noble arte de la telequinesis mover objetos con el poder de nuestra mente.
Con esta carta de presentación, Saint’s Row IV: Re-Elected se convierte en la obra más descabellada en la franquicia, lo cual tiene su mérito, no obstante y a pesar de que contiene multitud de secuencias capaces de hacernos llorar literalmente de risa, cuenta con un buen número de inconvenientes que acaban lastrando la experiencia.
El primero de todos ellos es un desarrollo que puede resultar demasiado tradicional, algo que contrasta con un planteamiento que nos permite correr desnudo por las calles mientras disparamos un rifle capaz de generar agujeros negros. A pesar de que contaremos con secuencias y desafíos de lo más original, básicamente recorreremos la ciudad en busca de las distintas misiones, nos enfrentaremos a un grupo de enemigos utilizando cualquiera de las disparatadas armas disponibles en nuestro arsenal y seremos testigos de un nuevo diálogo absurdo con el soltar alguna que otra carcajada, sin embargo, este proceso se repite hasta la saciedad, lo que provoca que a la larga acabe convirtiéndose en una experiencia bastante genérica, aunque salpicada de continuas excentricidades.
Resulta especialmente divertido durante los primeros compases del juego, pero a medida que completamos misiones, veremos como el nivel de entusiasmo se reduce hasta caer en la monotonía, dejando sólo el aliciente de conocer qué nuevo disparate o parodia nos espera a continuación.
Esta entrega, al igual que la versión original de 2013, peca de un reciclaje excesivo respecto a Saint’s Row III, algo que ni la incorporación de los superpoderes consigue aliviar por completo.
Como en cualquier sandbox que se precie, contaremos con todo tipo de desafíos y actividades secundarias, y aunque algunos nos dejan momentos para recordar, desde un punto de vista práctico, nos veremos realizando las mismas acciones una y otra vez para salir victoriosos. La sensación de que no se ha aprovechado correctamente su original planteamiento es constante.
Un remake con todas sus consecuencias
Un remake con todas sus consecuenciasLa principal novedad que ofrece Re-Elected respecto a la versión original del juego es la incorporación de todos los DLCs lanzados hasta la fecha, lo cual aporta misiones adicionales, nuevas armas y vehículos, y un mayor abanico de posibilidades de personalización. Contaremos también con otros añadidos como los comandos por voz, nuevas opciones para capturar imágenes o vídeos de nuestras andanzas, y en el caso de la versión PS4, compatibilidad con PSVita para el uso a distancia, pero en líneas generales, nos encontramos con el mismo juego, sin demasiado atractivo para aquellos que ya jugarán a Saint’s Row IV en su día.
Quizás el principal reclamo a la hora de hacerse con un remake para un hardware más potente sea la posibilidad de disfrutar de un apartado técnico más cercano a las exigencias de hoy en día, pero por desgracia, Re-Elected apenas mejora la presentación visual, salvo por un aumento de resolución y el pulido de algunos efectos gráficos.
El juego en PS3 y Xbox360, ya mostró algunas importantes carencias técnicas, y esta versión para consolas de nueva generación no hace otra cosa que magnificarlas, aireando algunos detalles realmente feos para los tiempos que corren.
Conclusiones
ConclusionesSaint’s Row IV: Re-Elected es un producto que sólo tiene sentido si no se tuvo la oportunidad de jugar al original. Se trata de un título que cuenta con el sentido del humor como principal punto fuerte, y aunque nadie niega que resulte divertido azotar enemigos con el presidente de Estados Unidos disfrazado de perrito caliente mientras porta una espada de luz, lo cierto es que se echan en falta más novedades de peso y un apartado técnico a la altura para poder disfrutar plenamente de la propuesta.
Se trata de un juego que cuenta con sus virtudes, pero con demasiados aspectos negativos como para ser considerado un proyecto lo suficientemente sólido. Eso sí, si no llegaste a probar el original y sientes predilección por el humor en su vertiente más absurda, puede que encuentres razones suficientes como para pasar un rato divertido y soltar más de una carcajada ante semejante festival de disparates.
Lo mejor:
- El absurdo alcanza tales niveles, que resulta imposible no reírse a carcajadas
- Algunas secuencias y minijuegos son dignos de ser recordados
- Jugar la campaña en modo cooperativo resulta doblemente divertido
- La cantidad de opciones de personalización nos permite crear algunos esperpentos inigualables
Lo peor:
- Un apartado técnico pobre… muy pobre
- No aprovecha bien sus posibilidades y a pesar de todo, recuerda demasiado a la tercera entrega.
- Los superpoderes provocan que los vehículos sean prácticamente prescindibles.
- Las pocas novedades respecto a la versión original reducen el atractivo para hacerse con el remake.
- El desarrollo sigue siendo sorprendentemente genérico a pesar del disparatado argumento.