No sería la primera vez que un artículo promocional de un videojuego causa cierta polémica, sin embargo esta ha sido probablemente la más llamativa de todas, ya que un artículo enviado sin remitente por el equipo de relaciones públicas de Ubisoft Australia para dar bombo a su recién estrenado Watch Dogs ha provocado tal alerta que ha tenido que intervenir la mismísima policía.
El caso es que los receptores, unos redactores de las oficinas de Ninemsn, supusieron estar ante una auténtica bomba. Y con motivo, puesto que se trataba de una caja fuerte acompañada de una carta solicitando al remitente que por favor echase un vistazo a su buzón de voz antes de intentar abrirla, pero en su buzón no había nada. Al no contener datos del remitente comenzaron las llamadas internas dentro de un equipo de redacción que no dejaba de preguntarse bajo qué intenciones enviaría alguien algo tan sospechoso, hasta que ya bastante inquietos decidieron llamar a las autoridades.
Al final, tras desalojar el edificio y movilizar a toda una unidad de artificieros, resulta que la bomba era ni más ni menos que una copia de Watch Dogs y una gorra de béisbol.Eso sí, al menos el equipo de marketing de Ubisoft consiguió lo que esperaba: impresionar de una forma u otra a los redactores.