Las ruedas de prensa de los galardonados con premios de honor, y mucho más si se celebran en la ciudad natal del interesado, están llenas de anécdotas y agradecimientos. Así se desarrollaba esta mañana la de Antonio Banderas en el seno del Festival de Málaga, que esta noche le concede al actor una Biznaga de Oro en reconocimiento a toda su carrera y a su proyección internacional. Sin embargo, ciertas noticias aparecidas en los medios durante las últimas semanas -y que lanzaban negros presagios sobre la salud del malagueño- han conducido el encuentro con la prensa por los caminos de la salud.
“Yo sufrí un ataque al corazón el día 26 de enero”, explicaba el actor de Átame o La piel que habito. “Lo que pasa es que tuve mucha suerte, porque fue un ataque benigno y que no ha dejado daño en la patata, como dice mi hermano”, continuaba señalándose el corazón. “Me sometí a una intervención en la que se me implantaron tres stents en las arterias coronarias, y después ya, motu proprio, porque venía sufriendo arritmias desde hace tiempo, me hicieron una termoablación para eliminarlas. Estoy en un momento de recuperación, pero no ha sido tan dramático como se ha descrito en algunos momentos”.
“Esto le pasa a miles de personas todos los días en el mundo, y yo soy una más”, continuaba. “Uno es humano, y yo le he metido una paliza a la patata importante, en los últimos 37 años de mi vida. Pero me encuentro muy bien, con ganas de volver a trabajar”. Banderas ha agradecido el premio al Festival de Málaga y ha pedido al director del certamen que lo utilice para abrir determinadas puertas en Hollywood. El intérprete ha recordado que su carrera comenzó a pocos pasos del Cine Albéniz, donde se desarrollaba la rueda de prensa. Concretamente en el teatro romano de la ciudad. Y se ha emocionado al recitar unos versos de Manolo Alcántara sobre Málaga, dando a entender que quiere desarrollar buena parte de su vida en su ciudad natal.