Un periodista de la agencia estadounidense AP se encontraba entre el grupo de reporteros que fueron rodeados por la Policía en el Club de Prensa de la citada localidad, la más grande del país. La Policía se llevó a los manifestantes en varias furgonetas.
Según los testigos, los agentes hicieron retroceder con palos a los periodistas después de disolver violentamente la protesta, y señalaron que dos manifestantes sufrieron heridas en la cabeza.