El portavoz del Grupo Parlamentario de Podemos La Rioja, Germán Cantabrana, ha anunciado que deja la política por motivos de salud. Cantabrana, había planteado recientemente la creación de Ganar La Rioja como una escisión de Podemos, tras los numerosos desencuentros vividos con la dirección del partido, algunos de ellos en los tribunales.
Reconoce en un comunicado que le hubiera gustado seguir un tiempo más en política, pero su cuerpo no se lo permite. “Como muchos sabéis padezco una enfermedad rara, una arteriopatía cerebral que ante situaciones de estrés se agrava profundamente. Llevo mucho tiempo discutiendo con mis médicos, que me aconsejan constantemente que abandone la primera línea de la política pese a lo que disfruto este mundo”.
Esta enfermedad le produce crisis con dolores incapacitantes y su nivel de estrés “por los continuos ataques internos” ha perjudicado gravemente su salud, por lo que ha decidido abandonar la política. “La alternativa es una calidad de vida horrible, conviviendo con el dolor y con un alto riesgo de infartos cerebrales. De hecho, ahora mismo me encuentro de baja médica. Por lo tanto, acabaré la legislatura y volveré a mi puesto de trabajo. Me temo que cuatro años recibiendo ataques, en lugar de apoyo, por parte de los miembros de mi partido es demasiado”.
COMUNICADO COMPLETO:
Hace unas semanas de mi última intervención parlamentaria: la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía de La Rioja. Es el primero participado por la ciudadanía gracias a un Pleno Ciudadano en el que puse todo mi empeño para que la sociedad civil hiciera aportaciones como un Grupo Parlamentario más. Terminaron aceptandose diez propuestas en el texto definitivo. Un Estatuto que incluye el referéndum para que los riojanos y riojanas sean los que sancionen definitivamente las modificaciones que se realicen en la Ley más importante para La Rioja, que recupera la figura de la Defensoría del Pueblo Riojano y añade una relación de los derechos y deberes de los riojanos. Un Estatuto menos de partidos y más de la gente.
Salí satisfecho considerando que había cumplido la promesa que hice en 2015 “Prometo el cargo para poner las instituciones al servicio de la gente.”
He procurado ser un diputado cercano y accesible a la ciudadanía, escuchando y transmitiendo confianza a quiénes me paraban por la calle. He defendido en el Parlamento iniciativas que me han ofrecido ciudadanos anónimos con el mismo cariño y atención que las de mi grupo. He parado un Pleno para acercarme a las personas afectadas por una Proposición para saber que querían que votáramos en pro de su futuro. Quedo satisfecho de haber sido un Cartero del Cambio.
Alguien me dijo que este iba a ser el mejor trabajo de mi vida. Tenía razón. Tengo que decir que los cuatro años en los que he representado a los riojanos y riojanas han sido los más apasionantes de mi vida. He disfrutado de esta labor y he compartido grandes momentos con la gente que ha peleado a mi lado.
Independientemente de los éxitos o fracasos vividos, no cambiaría ni un minuto de estos años por otra dedicación. La satisfacción de saber que trabajas por el bien común y que cada éxito se iba a ver reflejado en la mejoría de la vida de tus conciudadanos, ha hecho que cada esfuerzo y cada sacrificio mereciera la pena.
Me ilusioné en este Proyecto pensando que había demasiada gente callada, sentada en el sofá o quejándose en los bares. Que había que coger la bandera e intentar tomar el cielo por asalto. Desde luego no vine a Podemos a guardar silencio y ser sumiso ante los poderosos. Ni siquiera antes los “poderosos” de mi partido si estos pretendían acallar mi ética o las normas que habíamos asumido.
No entré en Podemos para convertirme en un político profesional. Firmé un Compromiso Ético que me limitaba a dos legislaturas y sabía que tenía fecha de caducidad, pero en estos cinco años, como decía una buena amiga “nos hemos dejado aspectos esenciales de nuestras vidas, con un coste a nivel físico, psicológico y familiar bastante alto”.
En mi caso este coste ha sido superior y, ahora que tengo los conocimientos y experiencia que el cargo requiere, el partido ha decidido saltarse sus propios estatutos, incumplir la Constitución y poner a dedo unos candidatos menos preparados pero dispuestos a mirar hacia otro lado y a cumplir órdenes ilegitimas. Aunque me hubiera gustado seguir un tiempo más política y cumplir mi compromiso con los riojanos y riojanas mi cuerpo ha dicho ¡basta!
Como muchos sabéis padezco una Enfermedad Rara, una arteriopatía cerebral que ante situaciones de estrés se agrava profundamente. Llevo mucho tiempo discutiendo con mis médicos, que me aconsejan constantemente que abandone la primera línea de la política pese a lo que disfruto este mundo.
Esta enfermedad produce crisis con dolores incapacitantes y otros efectos adversos que se han multiplicado últimamente.
Esto me coloca en una situación indeseada y difícil. Tengo claro que el nivel de estrés por los continuos ataques internos ha perjudicado gravemente mi salud y, muy a mi pesar, debo tomar la decisión de dejar la política al acabar la legislatura. La alternativa es una calidad de vida horrible, conviviendo con el dolor y con un alto riesgo de infartos cerebrales. De hecho, ahora mismo me encuentro de baja médica. Por lo tanto, acabaré la legislatura y volveré a mi puesto de trabajo. Me temo que cuatro años recibiendo ataques, en lugar de apoyo, por parte de los miembros de mi partido es demasiado.
Por esta razón no voy a presentarme a ningún cargo público en las siguientes elecciones ni a postularme al malhadado Consejo Autonómico, que solo se convocará cuando el partido considere que no hay oposición a que lo gane quien lo tiene que ganar y ya controla en las sombras. Está claro que en este partido ya no decide la gente y que basta hacer una charla con Carolina Bescansa para que te pongan una cruz y decidan acabar contigo sin importar tu trayectoria.
No me parecía correcto irme antes de haber acabado los trabajos pendientes que estaban en tramitación, pero el jueves 11 aprobamos el Estatuto de Autonomía y terminamos de tramitar las Leyes Trans y del Menor, con lo que me voy con los deberes hechos a falta de lo que pueda quedar para cerrar la legislatura.
En 2015 no me postulé a este cargo. Dos de las personas que más daño me han hecho a nivel personal, político y de salud vinieron a pedirme que fuera cabeza de lista. Seguramente pensaron que iba a ser más manejable o sumiso, que obedecería cualquier orden por ilegitima que fuera.
Cuando se dieron cuenta de que mi forma de actuar debía pasar obligatoriamente por la ética, los reglamentos y los estatutos comenzaron las dinámicas tóxicas. Me he defendido ante denuncias falsas, ante filtraciones de mis documentos médicos a chats públicos, creación de informes falsos, desprestigios constantes, acusaciones falsas en prensa e, incluso, agresiones físicas “sancionadas” de forma testimonial con amonestaciones por la Ejecutiva de Podemos en La Rioja. Vamos, “Las Cloacas de Podemos”
Varios compañeros hemos demostrado en los tribunales que ha existido un acoso político constante de varios años contra los cargos públicos de Podemos de esta Comunidad. Incluso habiéndose vulnerado nuestros Derechos Fundamentales, no hemos conseguido que se haga justicia y se sancionen estos comportamientos a nivel interno. De hecho, la dirección nacional ha premiado a los acosadores otorgando, a dedo, puestos de salida en las listas a las elecciones y cargos en la dirección del partido regional.
A ellos les han puesto a dedo, nosotros fuimos diputados por la confianza de los inscritos y las inscritas.
Debo tomarme un tiempo para reflexionar. Me planteo si realmente puedo seguir depositando mi confianza en este maravilloso proyecto político si lo maneja una organización de la que he recibido agresiones y he sido testigo de ataques a terceros por algunos que se hacen llamar compañeros. Una organización con dinámicas personalistas que no ha sabido construir en colectivo e incluso ha potenciado la destrucción de los círculos y la participación interna para evitar la crítica y el debate interno. Una organización que no ha dudado en mentir y utilizar el desprestigio personal en lugar de la discusión política.
Durante casi cuatro años he intentado cambiar estas dinámicas tóxicas para intentar que Podemos sea lo que todos y todas necesitábamos como herramienta para cambiar las políticas en La Rioja. Sin éxito. Se han utilizado los órganos del partido para destruir a rivales políticos y preparar las candidaturas de la cúpula regional para estas elecciones con la complicidad y la connivencia de la organización estatal que, conociendo toda la situación con detalle, callaron, orquestaron y respaldaron, como han indicado los jueces, la ignominiosa destrucción del espíritu de Podemos y de su proyecto.
Tras la inentendible decisión de Podemos de no realizar las primarias como dictó un juez, toda la fe y la ilusión se desvaneció. Quedo demostrado que lo único que quedaba del proyecto original eran las pegatinas moradas. Que ahora solo importa que determinadas personas accedan a la dirección del partido y otros a los cargos públicos
Aun así ha habido grandes compañeros y compañeras, personas que creían en el espíritu del Cambio y que han trabajado y peleado por lograrlo. Gente con la que he compartido grandes momentos, alegrías inmensas, con la que nos hemos dado abrazos sinceros, tremendos éxitos y también algún que otro fracaso.
No puedo despedirme sin agradecerles todos estos momentos, su ayuda, su esfuerzo y su apoyo. ¡¡Gracias, compañeros y compañeras!!
Podemos agoniza, pero solo es una herramienta, así que luchad y sonreíd... porque ¡Si Se Puede!
Germán