Las agresiones por sumisión química vuelven a estar en el foco tras hacerse público el caso Pellicot. Aunque menos mediáticos y multitudinarios, los casos de sumisión química son numerosos. Los datos oficiales desvelan que en 2022 se registraron en toda La Rioja un total de 21 agresiones con sumisión química. En el conjunto de España fueron 1.648 frente a las 950 del año anterior. El 93 por ciento de las víctimas son mujeres y su edad media es de 26 años aunque también hay un número importante de menores.
Fue precisamente en el verano de 2022 y en las fechas previas a aquel San Mateo cuando empezó a extenderse por La Rioja el temor a este tipo de agresiones. Y fue esa alarma social la que llevó a la Policía Local de Logroño a plantearse la necesidad de contar con un protocolo específico para este tipo de casos.
La inspectora Marta González explica que ese documento interno explica en primer lugar a los agentes que la sumisión química puede darse por tres vías: por vertido que generalmente se hace en vasos de bebidas, por pinchazo o por aprovechamiento del consumo voluntario realizado por las víctimas. “Se trata en definitiva de administrar fármacos o drogas a personas para cometer actos delictivos que generalmente son agresiones sexuales o robos o bien realizar esos actos aprovechando el estado en el que se encuentra una persona por un consumo voluntario”, explica la inspectora que reconoce que en estos dos últimos años han activado dos veces el protocolo en la ciudad, una por pinchazo y otra por vertido en un vaso.
El protocolo logroñés marca además hasta siete casuísticas en función de la forma de suministro o de las decisiones de la víctima como si quiere o no poner denuncia. Cuenta además con una importante novedad y es que cuando hay un aviso se activa de inmediato a una patrulla de paisano para la atención a la víctima de forma coordinada con las urgencias sociales del Ayuntamiento. “Nos coordinamos al instante para que el acogimiento de la víctima sea rápido y discreto, preguntamos a la víctima si quiere contar con apoyo social, si quiere denunciar e ir al hospital, en todo momento con personal formado, sin uniformes y sin coches patrullas para el traslado, es importante humanizar al máximo el proceso en un momento especialmente traumático para ella”, explica González.
Se garantiza desde la Policía Local que durante 24 horas los 365 días del año hay patrullas de paisano en Logroño con diferentes funciones y una de ellas es esta. Son ellos quienes se encargan de esa atención y de llevar a la víctima al Hospital San Pedro que cuenta con su propio protocolo para estos casos. La inspectora de Policía asegura que la respuesta que se da en Logroño es “buenísima” tanto por la rapidez y la eficacia como por el rigor en la custodia de pruebas. Pero lo que ella destaca por encima de todo es el trato humano.
“Estamos dando mucha importancia a la atención a la víctima porque está en una situación muy vulnerable y lo necesita pero también porque ese acogimiento discreto y humano puede ayudar en los pasos que dé después”, explica González, “creemos que es importante ir de la mano del servicio de 24 horas de las trabajadoras sociales del ayuntamiento porque son personas muy preparadas y es ese acompañamiento el que necesitan tanto si deciden denunciar como si no o incluso si deciden hacerlo tiempo después”.
Consejos ante la duda de sumisión química
Desde la Policía Local se aconseja a cualquier persona que detecte que hayan podido verter algo en su bebida, sienta que se está encontrando mal, note un pinchazo o haya consumido algo que esté alterando sus facultades que lo comente en primer lugar con su entorno más cercano, con las amigas o amigos, que esté acompañada en todo momento y, “si estás en un establecimiento, comunicarlo también al personal del local porque la hostelería de Logroño colabora muchísimo en este aspecto con la Policía Local”.
Recomiendan que se notifique cualquiera de estas situaciones a las patrullas de policía que vean por la calle o incluso con una llamada al 112 ante la menor duda. “Es fundamental que se arropen entre ellas, que nunca estén solas y, sobre todo si una se indispone, la acompañen en todo momento y pidan ayuda porque en Logroño hay una red muy amplia, desde las personas de más confianza, los padres, los establecimientos hosteleros, la policía o el 112”, insiste la inspectora responsable de este protocolo.
El feminismo pide más concienciación dirigida a los agresores
Desde los colectivos feministas agradecen esta humanización de los protocolos para este tipo de agresiones pero creen que la ciudad debe ir más allá. “Siempre somos nosotras las que nos tenemos que cuidar pero tal vez debería decirse de una vez a quien pueda creer que tiene algo de divertido drogar a una persona para hacer de ella lo que quieran, que reflexionen y se pongan en su lugar”, señalan desde Kirke.
Explican que a través de la pornografía se muestra la sumisión química como algo divertido e incluso normal por lo que el primer paso deberá ser que se entienda que es muy grave. “Hay que interpelar a esas personas y hacer que se pregunten cómo se sentirían ellos si alguien les droga para que hagan algo contra su voluntad como por ejemplo sacar dinero del cajero para robarles”, apuntan, “sólo así se entendería porque a lo que digamos sobre el feminismo no van a hacer caso”.
Apuestan para ello por la creación de campañas específicas a través de los medios de comunicación, algo que, según explican, ya han propuesto al Ayuntamiento de Logroño. “Se podrían mantener durante todos los fines de semana y estamos seguras de que ayudaría porque más de uno se lo plantearía si se explica continuamente desde los medios y las instituciones”, aseguran.