La campaña ‘Yo me protejo’ de Cruz Roja se renueva con el mensaje esencial que transmite a la población general y a sus usuarios y usuarias, para mejorar los hábitos saludables y evitar conductas de riesgo en la población vulnerable relacionados con el impacto negativo de las bajas temperaturas. La campaña estará activa hasta finales de marzo de 2023, en función de las necesidades.
A través de llamadas telefónicas, además de facilitar consejos, Cruz Roja también quiere conocer la situación de pobreza energética de las personas a las que se dirige para poder darles una respuesta inmediata a quienes indiquen ‘falta de recursos para mantener la temperatura’; forma parte de su compromiso habitual, pero se incrementa en el marco del plan Cruz Roja Reacciona (dotado de 8 millones de euros iniciales para toda España y orientado a 2.200 personas en La Rioja) ante la crisis actual provocada por la inflación, la crisis de Ucrania o los efectos medioambientales.
Esta es una muestra del trabajo transversal que Cruz Roja realiza en todas sus áreas, detectando problemas que van desde el área de Inclusión Social, hasta el de la Salud, pasando por Marca y Comunicación que difunde a través de sus medios y redes sociales los principales consejos y pautas a tener en cuenta durante las olas de frío.
Las bajas temperaturas disminuyen las defensas y favorecen muchas enfermedades respiratorias (resfriados, gripe, bronquitis, neumonía…), y causan más mortalidad que las olas de calor. Prevenir los efectos negativos de las bajas temperaturas es sencillo siguiendo consejos básicos relacionados con la alimentación saludable, una correcta vestimenta, o la actividad dentro y fuera del hogar.
- Si te encuentras mal, mantén la actividad que estés haciendo e intenta resguardarte mientras pides ayuda.
- Si una persona se encuentra mal: Vigila las constantes vitales. Cambia las ropas si están mojadas y abriga adecuadamente a la persona. Proporciona bebidas calientes, nunca comidas ni bebidas estimulantes (chocolate, café, té, etc.) ni alcohol. Coloca bolsas de agua caliente, debidamente aisladas para prevenir quemaduras; evita los baños y duchas calientes (implican riesgo de colapso) y no masajees las extremidades. Traslada a la víctima a un centro hospitalario lo antes posible. Si está inconsciente aplica los protocolos básicos de primeros auxilios para el mantenimiento de constantes y consigue ayuda médica urgentemente
- Tu alimentación e hidratación Bebe líquidos calientes, incluyendo agua, siempre que no exista contraindicación médica. Toma una alimentación variada y equilibrada que te aporten la energía necesaria para combar el frío (legumbres, sopa, etc.), consumiendo diariamente fruta. Evita el consumo de bebidas alcohólicas, ya que reducen la vasodilatación periférica, aumentando la pérdida de calor corporal
- Tu vestimenta Protege las zonas del cuerpo más sensibles al frío intenso, por ser las más alejadas del corazón, como: mejillas, nariz, orejas y dedos de las manos. Usa ropa ligera, no apretada y que transpire (en lugar de ropa ajustada a la piel, utiliza varias prendas de ropa, una encima de otra, para que circule el aire y que éste funcione como aislante). Protege la cabeza, manos y pies. Emplea un calzado impermeable, antideslizante, cómodo y que no te apriete. En función de la actividad que vayas a desarrollar, viste ropa que también te proteja del viento y de la lluvia
- Organizando tus actividades en el exterior (calle, campo, etc.) Centraliza las actividades en el exterior durante las horas en las que se registren temperaturas más elevadas, evitando las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura. Si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de frío no olvides procurar: Resguardarte del frío y la humedad. Evitar la entrada de frío en los pulmones. Abrigarte con vestimenta y calzado adecuados, y tomar las precauciones oportunas ante el hielo. Si necesitas un bastón para caminar, cambia la pieza plástica del extremo inferior del mismo para prevenir los resbalones y caídas. Beber líquidos calientes y azucarados, evitando las bebidas alcohólicas. Permanecer en movimiento, pero evita realizar ejercicios físicos excesivos (porque el frío perjudica a la circulación sanguínea). Evitar transitar zonas de umbría, congeladas, etc. En el hogar Permanece en las estancias más calientes (provistas de radiador, calefacción, etc.) o donde puedas abrigarte. Cierra las puertas, ventanas, persianas, toldos, cortinas.... evitando que las corrientes de aire o agua entren. Ventila diariamente las diferentes estancias para renovar el aire y evitar la acumulación de CO2, si utilizas braseros o chimenea Asegúrate del correcto funcionamiento de las estufas (eléctricas, de gas, etc.), mantenlas alejadas de tejidos o elementos inflamables, apágalas durante la noche. Evita que la habitación se reseque en exceso; pon algún recipiente con agua. Durante los viajes Viaja en transporte público o, si lo haces en coche, en compañía. Infórmate de la situación meteorológica y del estado de las carreteras, así como de puntos para el descanso o refugio. Evita, en la medida de lo posible, viajar en condiciones meteorológicas adversas. Revisa el vehículo previamente, asegurándote de su adecuado funcionamiento (neumáticos, frenos, luces, etc.) y de otros aspectos básicos como que el depósito está lleno, las cadenas y la batería del móvil cargada. Utiliza la calefacción, pero abre las ventanas periódicamente (cada 1 o 2 horas aproximadamente) para ventilar el interior unos segundos. Presta especial atención a los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar y salir del vehículo, bajando progresivamente la temperatura del interior. Cuando hagas un viaje largo descansa, lleva líquidos azucarados y calientes. Nunca dejes a niños/as ni a personas mayores en el interior de un vehículo cerrado. Y si habitualmente tomas medicación, Sigue tomando tus medicamentos y evita automedicarte, recurriendo en caso de duda a tu personal médico de referencia. Consulta a tu médico/a acerca de las medidas suplementarias que debes adoptar