Son bodegas familiares y sus vinos son reconocidos y apreciados. Pero una cosa es disfrutar de un buen vino de Briones y otra conocer la cuna de los caldos. Por ello, nada mejor que conocer cómo se elabora el vino desde dentro.
Las bodegas de Briones han participado en una Jornada de Puertas Abiertas, una actividad que se enmarca dentro de Las Noches de San Lorenzo.
Decenas de visitantes han desafiado a una tarde calurosa de agosto para sumergirse en el fresco y casi mágico mundo de las bodegas y sus calados. Como la Bodega Castillo Alonso, una bodega familiar de Briones que produce 60.000 litros de vino al año.
En sus instalaciones se crian vinos jóvenes y de crianza. Estos últimos, envejecen en las barricas de uno de sus dos calados. Un hermoso calado húmedo y fresco donde el vino coge cuerpo a través del tiempo.
En la bodega también tiene lugar el proceso de embotellado y etiquetado del vino. Una maquinaria perfecta que proporciona buenos vinos.
En la otra parte del pueblo nos encontramos con la Bodega Daniel Puras. Su propietaria, Magnolia Martínez nos muestra orgullosa la bodega y sus caldos.
“Elaboramos vino tinto joven y de crianza. Unos 70.000 litros de vino al año en total. La variedad que utilizamos es tempranillo y un poco de garnacha” asegura Magnolia.
La bodega está en una buena ubicación, en la parte alta del pueblo. Desde su terraza se puede observar el hermoso paisaje de Briones. “Esta iniciativa, la de Las Noches de San Lorenzo, es una buena oportunidad para conocer Briones, sus bodegas y toda la comarca” apunta la bodeguera.
Además de la visita a las bodegas, los “forasteros” ha participado en una cata de vino a cargo de enólogos reconocidos. Todo ello ambientado con la buena música de la banda Big Band.
Y la próxima parada para deleitarnos con el vino y sus misterios está en San Vicente de la Sonsierra.