Demócratas del Congreso y la Casa Blanca lograron ayer un acuerdo sobre un plan de ayuda de emergencia que irá destinado a las empresas estadounidenses fabricantes de automóviles. Según avanzaron dos colaboradores legislativos bajo el anonimato, supondrá un desembolso de entre 15.000 y 17.000 millones de dólares.
Este paquete de medidas llegó después de que los ejecutivos de los gigantes automovilísticos General Motors, Ford y Chrysler pidiesen ayuda a las autoridades. Sin embargo, se tendrán que conformar con alrededor de la mitad de los 34.000 millones de dólares requeridos.
Una fuente conocedora de estas arduas negociaciones señaló que el dinero provendría de un fondo de 25.000 millones de dólares destinado a tecnología avanzada en el uso de energía. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ya avanzó que estaría de acuerdo con esta procedencia. Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca Tony Fratto, declinó comentar las discusiones relacionadas al rescate de las automotrices.