Ehud Barak abandona el Partido Laborista

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La sociedad israelí se ha visto sorprendida por la decisión de su ministro de Defensa, Ehud Barak, de abandonar las filas del Partido Laborista, formación que actualmente lidera, para crear un nuevo partido, según informaron fuentes parlamentarias. La decisión de Barak, totalmente inesperada, fue anunciada a través de una carta remitida el Parlamento, según las mismas fuentes.

Ante esta situación, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, espera que la decisión de Barak confiera una mayor “estabilidad” a la actual coalición y facilite un mejor funcionamiento del gobierno, según fuentes próximas al jefe del Ejecutivo. Además, la fuente ha señalado en declaraciones a Israel Radio que Netanyahu estaba al corriente de la decisión de Barak.

La formación de Barak se llamará Atzmaut (Independencia). “Hoy partimos hacia la independencia”, explica Barak en el comunicado. “Vamos a crear una facción, un movimiento y posiblemente un partido que será centrista, sionista y democrático”, señala.

Pro su parte, el viceministro de Defensa, Matan Vilnai, y los también diputados Shalom Simhon, Einat Wilf y Ori Noked se sumarán a la iniciativa de Barak. “La principal prioridad será en primer lugar el Estado, después el partido y sólo al final, nosotros”, ha declarado posteriormente Barak en rueda de prensa. “Invitamos a unirse a cualquiera que crea en esta vía”, dijo.

Todo apunta a que Barak y sus seguidores seguirán apoyando a la actual coalición liderada por el derechista Likud de Netanyahu, mientras que aún se desconoce cómo reaccionarán los ocho diputados laboristas restantes. A Netanyahu le bastaría el apoyo de los cinco diputados de Independencia para conservar su mayoría en la Knesset.

La situación actual guarda cierto paralelismo con la de 2005, cuando el entonces primer ministro Ariel Sharon anunció que abandonaba su partido, el Likud, junto con otros dirigentes para formar junto a un sector laborista el centrista partido Kadima, ahora dirigido por Tzipi Livni.

Reacciones

El anuncio de Barak no ha dejado indiferente a nadie en la clase política israelí. Así, el diputado Ilan Gilon, del izquierdista Meretz, ha destacado que los postulados de Barak nunca han encajado bien con la tradición del Partido Laborista.

“Nunca ha compartido los valores del movimiento laborista.

Sólo podemos esperar que lo que queda del laborismo aún en el gobierno abandone la coalición“, ha señalado Gilon en declaraciones al diario israelí Haaretz.

Además, Gilon ha aprovechado para emplazar a los laboristas a unir fuerzas en el parlamento con el Meretz y considerar la formación de un movimiento socialdemocrático sionista y unido.

Desde el propio Partido Laborista, el ministro de Asuntos Sociales, Isaac Herzog, ha manifestado su satisfacción por la decisión de Barak, que considera una oportunidad para reconstruir el otrora poderoso laborismo. “Hoy es un día de cambios positivos para el Partido Laborista. El abandono de Barak permite una renovación del partido y su regreso a la acción social”, ha declarado Herzog.

“Voy a unir nuevas y rejuvenecidas fuerzas para convertirlo en una verdadera alternativa política”, añadió. Herzog anunció una reunión de la directiva del partido para esta misma tarde en la que se decidirán las medidas a adoptar ante la deserción de Barak.

Más crítica fue la diputada laborista Shelly Yachimovich, quien calificó la decisión de Barak de “corrupta y oportunista”, una medida que busca únicamente “salvar su puesto en la coalición”. “Barak ha traído la desgracia al Partido Laborista, lo ha mancillado y dividido”, dijo. “El nombre Independencia no es menos cínico: independiente de una plataforma, de valores y obligaciones para con la población, leal a un puesto” en la coalición, apostilló.

Nuevas construcciones

Mientras estos cambios azotan el panorama político israelí, la atención internacional vuelve a centrarse en las construcciones de asentamientos israelíes en Jerusalén Este. Así, según las últimas informaciones, el Ayuntamiento de Jerusalén podría aprobar en la semana entrante un nuevo plan de construcción de viviendas para israelíes en el Jerusalén Este ocupado militarmente por Israel, lo que podría provocar una nueva oleada de críticas internacionales.

La iniciativa supone la ampliación del barrio de Gilo (en Jerusalén occidental) hacia el Jerusalén Este árabe y supondría la construcción en un área aún más extensa que la del proyecto de Ramat Shlomo, también en Jerusalén Este. El proyecto de Ramat Shlomo fue aprobado en marzo precisamente coincidiendo con la visita a Israel del vicepresidente estadounidense Joe Biden, lo que provocó una crisis bilateral.

El proyecto de Gilo será previsiblemente aprobado el próximo día 24 por el Comité de Planificación y Construcción del Distrito de Jerusalén, dependiente del Ayuntamiento. En él se incluyen, además de zonas residenciales, la construcción de edificios e instalaciones públicas y áreas comerciales.

“Este es un plan aún más peligroso que sus antecesores por la gran construcción que se planea y también porque se construye fuera de los límites de Gilo y no dentro del vecindario”, ha denunciado un concejal del partido israelí Meretz, Meir Margalit. “Supone una toma genuina y un nuevo clavo en el ataúd del proceso de paz”, dijo en declaraciones a la prensa israelí.

La ampliación de Gilo supone el primero de una serie de proyectos ya en marcha para la ampliación de la parte israelí de Jerusalén, especialmente hacia el sur de la ciudad, a costa de Jerusalén Este, una zona ocupada militarmente desde la guerra de 1967, por lo que desde el punto de vista del Derecho Internacional la expansión es ilegal .

Israel defiende la legalidad de este expansionismo

apelando a la anexión legal de toda la ciudad de Jerusalén a su territorio propio, una medida no reconocida por la comunidad internacional.