El Caja Laboral ha abierto este jueves su participación en la Euroliga 2010/2011 haciendo trizas a un decepcionante Maccabi Electra de Tel Aviv con una contundente victoria (94-78) cimentada en el extraordinario acierto exterior que tuvo en el inicio el conjunto vitoriano, al que sólo se le puede poner la pega de un flojo comienzo del último cuarto.
El Baskonia presentó su candidatura a liderar el Grupo A su grupo de la Euroliga, precisamente ante uno de sus principales rivales a ocupar el primer puesto. Fernando San Emeterio, que finalizó con 28 de valoración, y David Logan, máximo anotador del partido con 25 puntos y 27 de valoración fueron los hombres más destacados del triunfo baskonista, en el que brillaron también Teletovic y el 'temporero' Rancik, en su estreno como baskonista.
El 31-11 con el que finalizó el primer cuarto da buena cuenta del impresionante arranque de partido que realizaron los de Dusko Ivanovic. Teletovic abrió el marcador con un triple, destapando el tarro de la esencias que los vitorianos desplegaron durante ese primer asalto, en el que el acierto desde la línea de 6,75 fue casi total (6 triples de 7 intentos).
Oleson, San Emeterio y un excelente Logan se sumaron a la fiesta triplista del Caja Laboral, que llegó a firmar un abrumador parcial de 12-0 (24-6) ante un rival que se comportaba como una muñeca rota en manos del juego alegre de los locales, que defendían con intensidad y se gustaba en la circulación del balón.
Teletovic se encargó de cerrar el primer cuarto como lo abrió, anotando de tres (31-11), mientras el Maccabi agonizaba y mostraba un descorazonador balance en triples (0 de 6). Bluthenthal se atrevió a inaugurar el segundo periodo utilizando el arma letal de su adversario (31-14), pero Huertas respondió a la osadía del norteamericano con otro triple.
En el Maccabi sólo aguantaban el tipo Hendrix y Schortsanitis, que pese a sus 140 kilos de envergadura lograba moverse con ligereza por la zona. Pero el Caja Laboral tenía un as escondido en la manga, Martín Rancik.
El eslovaco no pudo debutar mejor con la camiseta azulgrana, demostrando el buen nivel que ya exhibió en los tres primeros partidos de Liga ACB como temporero en las filas del Bizkaia Bilbao Basket. Estuvo especialmente activo en este segundo cuarto y gracias a su buen entendimiento con Marcelinho Huertas firmó momentos brillantes, como el espectacular mate que supuso el 52-29.
El partido llegó al descanso con un parcial más igualado (26-21) pero con un marcador (57-32) que dejaba patente que el Caja Laboral era el absoluto dominador del partido y que no iba a dejarse arrebatar esta victoria.
El Caja Laboral saltó a la pista con la misma intensidad, intentando templar el balón para mantener a raya a un rival que seguía sin despertar. Logan se erigía de nuevo como protagonista para mantener la ventaja baskonista pese a la perseverancia de Schortsanitis, Green y Eidson --máximo anotador del Maccabi con 14 puntos--.
EL CAJA LABORAL SE RELAJA
Finalizaba el tercer cuarto con un tranquilizador 76-49 y el Caja Laboral lo tenía en la mano. Pero la peligrosa relajación del que se sabe ganador hizo mella en el conjunto baskonista, que presa de una 'caraja de consideración comenzó el último periodo encajando un inexplicable parcial de 13-0, más producto de errores propios que de méritos del rival.
Cuando el Maccabi anotó seis puntos consecutivos, Ivanovic quiso cortar la sangría con un tiempo muerto. Sin embargo, de poco sirvió el enfado del montenegrino en un principio porque los macabeos acortaron distancias con su tercer triple del partido y con dos canastas consecutivas de Burstein, que lograba así sumar 1.000 puntos en la Euroliga (76-62) y provocaba la quinta falta de Barac y le enviaba al banquillo.
Dos tiros libres de San Emeterio lograron romper el inquietante parcial de 13-0 e iniciar la reacción baskonista, en la que el cántabro, Logan y Oleson colaboraron para abrir brecha en el marcador y dejar de nuevo a su rival contras las cuerdas de las que no debió salir.
Al final, merecido triunfo del Caja Laboral (94-78), al que sólo habría que reprocharle un último cuarto en el que se dejó llevar por la relajación.