El Clavijo impone su estilo
Liberación. Así debió sentirse la plantilla del Clavijo cuando Johnson a 9 segundos para la conclusión fallaba lo inexplicable y permitía que el duelo no se dilatara cinco minutos más en el tiempo. Un alivio. Pese a que los últimos minutos del partido se le hicieron muy largo al cuadro logroñés, la recompensa mereció la pena: primera victoria del curso. Lo mejor, además, es que se espantan fantasmas del pasado, como malos arranque ligueros -aun está por ver, pero ya será mejor que el de la campaña precedente- o derrotas en la parte final.
El caso es que este Clavijo, como ya apuntó en el Palacio, fue fiel a su nuevo ideario: intensidad, energía, ritmo, velocidad... argumentos que hacen creer a los jugadores en que están capacitados para ganar a cualquiera. Con esa fe demostraron durante gran parte del encuentro que eran mejores que el Río Ourense Termal. Tanto que se llegó a los 8 minutos finales con el duelo hecho, 51-67. Eso parecía. Sin embargo, el conjunto local apretó, el acierto anterior de los riojanos desapareció y hubo momentos de zozobra cuando Johnson lo tuvo todo para empatar y forzar la prórroga. El balón no entró y los chicos de Jenaro Díaz pudieron festejar la victoria.
La contienda comenzó con dudas en ambos equipos. El Ourense evidenció no estar fino de partida, pero el Clavijo tampoco. Las defensas se imponían a un juego trabado en el que costaba anotar, 4-2 en la mitad del primer cuarto. Las rotaciones fueron más efectivas en el bando logroñés, puesto que Bravo y Yates aportaron y mucho saliendo desde el banco. Si el pívot fue clave, el catalán resultó determinante. Ambos, en definitiva. Gracias al dominio del primero y al acierto del segundo, el Clavijo se escapó en el marcador en los albores del segundo parcial. Mientras que el norteamericano se hacía el jefe por dentro con 7 capturas en un momento, Bravo aniquiliba las esperanzas de los gallegos desde la larga distancia. No en vano, del 18-19 se pasó al 22-37.
Ourense se puso las pilas antes de alcanzar el descanso para reducir las diferencias, 30-40. El Clavijo insistía, no miraba el marcador y obligaba a su rival a un esfuerzo extra. Los de Jenaro Díaz estaban cómodos e iban por encima en el marcador. Continuaban con su juego rápido, con multitud de lanzamientos -el acierto llegaba tarde o temprano- y con agresividad en el rebote. Suficientes para que su oponente no pudiera enganchar un parcial con el que creer en la remontada. De hecho, la diferencia se manejaba alrededor de los 15 puntos arriba para los riojanos, como el 49-63 antes de entrar en el último período.
La situación era inmejorable. Jenaro Díaz movía sus piezas con la intención de colapsar a su oponente y de dosificar a los suyos. Táctica idónea con la holgura que presentaba el electrónico. El 51-67 hacía presagiar unos 8 minutos finales tranquilos. Se podía intuir que Ourense recortara, pero casi no había tiempo material para que a los riojanos les entrara el miedo en el cuerpo. Pero sucedió. Ahonen veía aro con continuidad desde el triple, Ndoye se hacía fuerte debajo del aro y Johnson resquebrajaba la defensa riojana con aparente facilidad. Las tornas habían cambiado. Llegó el colapso a las filas visitantes. Anotar una canasta parecía imposible y la fortaleza defensiva había desaparecido.
Los nervios comenzaron a pasar factura. Mentalmente se pasó mal. Después del 57-70 a 5 minutos de la conclusión, Ourense encadenó acciones positivas para meter presión. Mucha. Parcial de 11-0 para pensar en dar la voltereta tras una antideportiva. Restaban dos minutos y los gallegos estaban a tiro, 68-70. La afición se volcaba con los suyos mientras que el Clavijo se había diluido. Se mantuvo la compostura y la moneda salió cara en la última penetración de Johnson. Era una bandeja, sobre el papel, sencilla, pero el destino quiso que el Clavijo firmara el primer triunfo del curso en la segunda jornada. Yates lideró a los riojanos con 14 puntos y 12 rebotes, mientras que Bravo también puso 14 puntos. El martes, nueva jornada en el Palacio.
FICHA TÉCNICA
Río Ourense Termal: Ahonen (21), Manzano (4), Uzas (2), Ndoye (7) y Johnson (13), cinco inicial, Rodríguez, Kohs (9), Trist (13), Moreno y Orlov (1).
Clavijo: Kintela (6), Olekaibe (8), Nalaou (7), Bieshaar (2), Gutenius, cinco inicial, Coggins (9), Bravo (14), Cabot (7), Martínez (7) y Yates (14).
Parciales: 12-14, 18-26 (30-40 al descanso), 19-23 (49-63) y 21-9 (70-72 al final).
Árbitros: Morales García Alcaide y Lema Parga.
0