La polémica surgida por la presunta colaboración del gobierno venezolano de Hugo Chávez con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ETA no acaba de desaparecer. A pesar de que la cuestión parecía zanjada, las últimas declaraciones del alcalde de Caracas y del ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela reavivan la crisis.
El alcalde de la capital venezolana, Antonio Ledezma, afirmó que no es suficiente que el Gobierno venezolano declare no tener ninguna relación con grupos terroristas como ETA, sino que debe colaborar con la Justicia española para disipar “cualquier tipo de sombra que pueda oscurecer el comportamiento del presidente y su Gobierno con organizaciones terroristas”.
“El Presidente tiene que disipar cualquier tipo de sombra que pueda oscurecer el comportamiento del presidente y su gobierno, con organizaciones terroristas”
, afirmó Ledezma.
“Chávez y su Gobierno tienen que contribuir con las investigaciones que se desarrollan desde el Senado español con respecto a este tema”, afirmó Ledezma en relación al auto del juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, en que se apuntaba a una presunta relación de Venezuela con ETA y las FARC.
Por otro lado, Ledezma dijo que Chávez “tiene que rectificar actividades como la de levantarle un monumento en homenaje póstumo al señor Marulanda”, el antiguo líder y fundador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fallecido en 2008.
Esta postura choca con la mantenida por el gobierno de Chávez, quien a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, acusa a Colombia de fomentar el desencuentro con España. “La situación con España con respecto al caso de la organización terrorista ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia está aupada por el Gobierno colombiano”, afirmó Maduro este domingo durante una entrevista en el programa José Vicente Hoy de la cadena venezolana Televen.
Así, dijo que cualquier comunicación que sea recibida desde España será evaluada y respondida en los “justos términos que traiga esa comunicación”.
Para Maduro, el auto de Velasco es una “ligereza” que le tocará evaluar a España, pues el Gobierno venezolano no tiene nada que explicar al respecto. “Tenemos un Gobierno apegado al derecho internacional [...] así que la pelota está en el campo de España”, argumentó.
“Al pasar los días quedan más claras las circunstancias que rodean tal acusación”, ya que, según dijo, el magistrado Eloy Velasco “está asociado a la mafia del ex presidente José María Aznar, a lo peor del Partido Popular y a sectores de la ultraderecha, hijos directos de la dictadura franquista”, dijo.
Las pruebas empleadas por Velasco, afirmó Maduro, se basan en documentos supuestamente hallados en la presunta computadora del número dos de la guerrilla de las FARC, Raúl Reyes, incautada tras un ataque del Ejército colombiano sobre un campamento guerrillero situado en territorio ecuatoriano sin autorización de Quito.
“Los propios analistas de INTERPOL aseguran que la máquina tiene más de 40.000 archivos susceptibles de ser manipulados.
El ordenador, rechazado como evidencia por distintos organismos y por la opinión pública de varios países, ha sido utilizado por el juez para apuntar hacia la revolución bolivariana, parece que las noticias no llegan al otro lado del Atlántico“, aseveró Maduro.
Además, Maduro denunció una campaña sistemática reflejada en medios de comunicación españoles como 'El País' y 'El Mundo' que “trata de sembrar odio, desprecio hacia la figura de Hugo Chávez como líder y hacia el Gobierno que dirige, que busca dañar las relaciones entre ambas naciones”.