El niño obeso ingresó 48 veces en UCI y tenía “problemas estructurales en su familia”

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El niño orensano que padece obesidad mórbida, que fue entregado por su familia el martes a los servicios sociales de la Xunta de Galicia de forma voluntaria, había ingreso en “48 ocasiones” en la UCI por problemas de salud y además tenía “problemas estructurales en su familia”.

Así lo destacó el delegado territorial de la Xunta de Galicia en Ourense, Rogelio Martínez, en declaraciones a los medios en un acto en la Cámara de Comercio de Ourense, a donde acudió para participar en la inauguración del II Foro del Mercado Ruso.

Martínez dijo que en esta problemática “no sólo es que fuera el niño gordo de Orense”, sino que los servicios sociales de la Xunta de Galicia llevaban realizando un seguimiento de su vida y hábitos “durante dos años”, en los que “se intentó que en la casa se modificasen hábitos que no se modificaron”.

“Hay que saber que ese niño estuvo 48 veces en la UCI porque tuvo muchos problemas médicos y eso no se tuvo en cuenta y sólo se habla del niño gordo”, puntualizó.

Martínez recalcó que el menor tenía “problemas estructurales en su propia familia”, además de “problemas físicos”, por lo que ahora, según añadió, “hay que intentar por la salud del niño mejorar todo esto”.

EN EL HOSPITAL

El delegado territorial de la Xunta manifestó que desde ayer el niño se encuentra bajo la tutela de la Xunta de Galicia y comentó que en el Hospital Cristal Piñor de Orense se le están realizando “análisis lo más exhaustivos posibles” que determinen su “condición física y psíquica”.

Una vez que las pruebas médicas y psicológicas concluyan y que los facultativos redacten los correspondientes informes, los mismos serán entregados al equipo de Menores de la Consellería de Traballo e Benestar, que será la encargada de “analizarlos y tomar las medidas que considere oportunas si hay que tomar alguna”. “Sino, el niño está bajo la tutela de la Xunta y permanecerá en el centro de menores con total normalidad”, aseveró.

ACOGIDA Y TUTELA COMPARTIDA

Asimismo, Rogelio Martínez confirmó que los abuelos paternos del niño de 10 años solicitaron de manera “informal” poder acoger al niño, aunque esta decisión dependerá de los informes de “los médicos y de la consellería”. Será preciso también la autorización de los padres del niño que en principio los abuelos “tendrían”, según matizó.

En este sentido, afirmó que es una “posibilidad que tienen” los padres del pequeño porque “gente de su familia que no sean los padres” puede solicitar la acogida del menor “si los padres los autorizan” y los informes del equipo de Menores “dictaminen que es posible y que es buenos para el niño”.

Martínez explicó que ayer mismo el abuelo del niño le comunicó que con ellos el menor “estaría vigilado” del mismo modo en que estuvo “durante la última época”. “La verdad es que físicamente y a simple vista durante la última época parece que mejoró y que se tuvo en cuenta las directrices que se le habían dado sobre el cuidado de su obesidad mórbida que ahora aparentemente no tiene aunque tiene otros problemas”, sostuvo.

SATISFACCIÓN

Con todo, Martínez mostró su “satisfacción” por la “forma” en cómo se llegó a este punto, con la entrega del niño a los servicios de la Xunta “y que se pusiese fin a este show por el propio bien del niño” al que “había que normalizarle su vida y su situación”, porque “tiene que ir al colegio, estar con sus amigos y vivir con normalidad”.

Asimismo, valoró que la entrega del niño se realizó “sin conflictividad de ningún tipo” y “convenciendo a la propia familia de que la Xunta de Galicia estaba para ayudar”. “Queríamos la tutela para que el niño tuviese una vida lo más digna posible”, dijo.

Finalmente, consideró que la entrega del menor al centro de A Carballeira, en Ourense, fue una salida “honrosa para todo el mundo”, pero sobre todo “muy buena para el niño” que entró bajo la tutela de la Xunta “sin ninguna fuerza ni espectáculo”.

En este sentido, mostró su “disposición” a “colaborar” para “normalizar” la situación del niño para que “si puede estar ocho días en un centro de menores no tenga que quedarse cinco años”.