El viaducto de Ortigosa de Cameros abandona la lista roja de Hispania Nostra y entra en la lista verde. Esta infraestructura riojana entró en la lista roja en febrero de 2019 porque “presentaba un aspecto lamentable con daños repartidos en toda la estructura”. Esta lista roja recoge aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, con el objetivo de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración.
En este tiempo, en el Viaducto de Ortigosa se han acometido obras de restauración y mejoras que han motivado su salida de la lista roja para entrar a formar parte de la lista verde “”tras la acertada restauración cofinanciada entre el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Ortigosa de Cameros, bajo la dirección de José Miguel Mateo“. La intervención sobre el bien ha consistido en refuerzo de la estructura del puente; restitución de la geometría de hormigón; revestimiento de la protección para preservar las armaduras frente a la corrosión; y mejora del drenaje de las aguas pluviales y de su funcionalidad, reabriéndolo al tráfico. También, sustitución de un muro que impedía su visibilidad desde la calle Mariano Cañada por una barandilla; y colocación de un atril informativo.
La lista roja que elabora la asociación Hispania Nostra recoge más de 1.200 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. En la lista verde se incluyen los bienes que han sido retirados de la Lista Roja al desaparecer el riesgo que presentaban.
Viaducto de Ortigosa
Ortigosa de Cameros debe la construcción de este viaducto a la generosidad de los hermanos Pedro María y Juan Moreno Ulloa. Aunque nacidos en la localidad lucense de Ribadeo, siempre se sintieron muy unidos a Ortigosa, el pueblo de su padre, quien, como tantos otros cameranos, emigró a Galicia en busca de un futuro mejor.
En marzo de 1923 se convocó un concurso al que se presentaron catorce proyectos, resultando elegido el redactado por el General de Ingenieros Ángel Arbex. Las obras, llevadas a cabo por la Constructora Madrileña, comenzaron en agosto de ese mismo año y finalizaron en septiembre de 1924. Se trata de un viaducto de hormigón armado de 97 m de longitud.
La estructura está compuesta por tres tramos rectos y uno central en arco que salva un barranco de cuarenta metros de profundidad. El acto tiene sesenta metros de luz y quince de flecha. Está catalogado como Bien de Interés Cultural.