Malas noticias para los trabajadores del Banco Santander ya que plantea cerra unas 1.150 oficinas y prescindir de 3.700 personas. Cierre y despidos que afectarán a alguna de las 30 oficinas que tiene el Banco Santander y Banco Popular en La Rioja en las que trabajan 173 personas. El delegado de Comisiones Obreras en la entidad bancaria, David Doménech, asegura que todavía no hay cifras concretas sobre las consecuencias del ERE previsto por el Santander en La Rioja.
Este miércoles se ha constituido la comisión representativa que tendrá que negociar el Expediente de Regulación de Empleo que Banco Santander plantea al amparo de los artículos 41 y 51 del Estatuto de los Trabajadores. De momento, las intenciones del Banco Santander es cerrar 1.150 oficinas y reducir la plantilla en algo más de 3.700 personas.
Esta reducción afectará principalmente a la red comercial y a sus estructuras intermedias de apoyo aunque también afectará a los servicios centrales en la medida en la que se reduce la red a la que dan soporte. La reducción de plantilla para Banco Santander tiene como objetivo racionalizar solapamientos, redundancias y las duplicidades existentes, una vez concluida la integración tecnológica de los Bancos Popular y Pastor en Banco Santander.
Pero además, este miércoles también se ha constituido la comisión representativa que el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores fija en 13 miembros, “en la que CCOO contará con 5 integrantes gracias a los apoyos obtenidos en las pasadas elecciones sindicales. CCOO propone que las dos organizaciones minoritarias que no alcanzan el mínimo para formar parte de la mesa puedan asistir como invitadas a las reuniones”, explican desde CCOO.
Una vez conocidas las pretensiones por parte de la entidad bancaria, Comisiones Obreras muestra su preocupación ante “la cifra tan elevada de destrucción de puestos de trabajo y a nuestro juicio está claramente sobredimensionada, así como el riesgo de exclusión financiera que tan alta cifra de cierres de oficinas pueda conllevar. Por lo tanto nuestro primer objetivo será tratar de reducir las cifras planteadas por el Banco”.
En este sentido aseguran que van a exigir en la negociación que “el Banco Santander renuncie a cualquier tipo de medidas de naturaleza traumática, primando la voluntariedad en las adscripciones con una dotación suficiente de recursos para ello. Además, no es concebible que se puedan plantear condiciones diferentes de las ya negociadas en el pasado en el centro corporativo o en servicios centrales.”
Y, junto a lo anterior, “explorar posibles recolocaciones en el perímetro del grupo para destruir el menor empleo posible, y además mirar por la plantilla que permanece en el banco con una visión de futuro, invirtiendo en su empleabilidad a través de la formación y la recualificación profesional para afrontar con garantías de éxito los desafíos de la transformación digital. Es imprescindible situar al capital humano como uno de los pilares fundamentales de Banco Santander, desterrando objetivos cortoplacistas como los sado-talleres de castigo”.
La próxima reunión está prevista para este jueves 16 de mayo.