Holder, que fue fiscal general adjunto durante la Administración Clinton, se graduó en la universidad de Columbia en Nueva York y en la actualidad es socio de la firma de abogados Washington Covington & Burling. Holder, de 57 años, trabajó en el Departamento de Justicia de la administración de Jimmy Carter, y posteriormente el presidente Ronald Reagan le propuso como juez asesor en la Corte Superior del Distrito de Columbia, donde desempeñó el cargo durante cinco años.
Una de las fuentes le expresó su apoyo tras conocerse la decisión de Obama. “Es una muy buena elección como fiscal general”, explicó la fuente, quien pidió no ser identificado ya que la nominación todavía no es oficial. “Sería magnífico”, agregó en referencia a Holder, uno de los asesores más próximos al presidente electo, en declaraciones a medios estadounidenses.
El demócrata confesó que había hablado recientemente con el abogado y éste le preguntó qué mejoras querrían conseguir si se pusiera al frente de la Secretaría de Justicia. Al parecer, pretenden que estreche las relaciones entre los departamentos policiales para garantizar una mejor aplicación de la ley en las oficinas locales.
Asimismo, el demócrata también subrayó la estrecha relación de amistad entre Holder y el director del frente de la Oficina Federal de Investigación (FBI), Robert Mueller, quien no abandonará su cargo. Holder apoyó a Mueller cuando optó a la fiscalía general en San Francisco en 1998, puesto que ocupó hasta que el presidente George W. Bush le puso al frente de FBI.