España supera la maldición de los cuartos de final e iguala su mejor clasificación en un Mundial

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La Selección Española superó la maldición de los cuartos de final y alcanzó las semifinales del Mundial de Sudáfrica 60 años después de que lo hiciese en Brasil 1950 e igualó su mejor clasificación histórica en el torneo, después de la victoria (0-1) frente a Paraguay en los cuartos de final.

Como sucediese en la Eurocopa de Suiza y Austria en el año 2008, el combinado nacional rompió la barrera psicológica de los cuartos de final y rompió el maleficio que arrastraba. Armados con una nueva generación de jugadores, que ya sabían lo que era ver ganar a España un título en el pasado campeonato de Europa, el combinado de Vicente del Bosque entró en la historia del fútbol nacional.

La Selección Española ha participado en doce ediciones de la Copa Mundial de Fútbol y fue la anfitriona de la edición de 1982, pero sólo en una ocasión fue capaz de situarse entre los cuatro. El mejor resultado obtenido en este torneo fue el cuarto puesto alcanzado en la en el Mundial de Brasil en 1950.

En la primera fase la Selección logró tres victorias frente a Chile (2-0), Estados Unidos (3-1) e Inglaterra (1-0). Posteriormente los cuatro ganadores de cada grupo jugaron una liguilla para dilucidar el Mundial, donde España perdió contra Brasil y Suecia y tan sólo pudo empatar con Uruguay, que acabó siendo la campeona del mundial, por lo que finalizó en la cuarta plaza.

A partir de entonces, el mejor resultado de España había sido los cuartos de final, a los que llegó en tres ocasiones. La primera de ellas, llegó en el Mundial de México 1986, donde el equipo cayó en los penaltis frente a Bélgica, con el fatídico lanzamiento fallado por Eloy.

Tuvieron que esperar hasta Estados Unidos, en 1994, para volver a tener la opción de alcanzar las semifinales. Esta vez la eliminación de España frente a Italia estuvo marcada por la polémica arbitral, cuando el colegiado húngaro Sandor Puhl no sancionó un claro codazo de Tassotti a Luis Enrique en el área transalpina.

La actuación arbitral también fue la protagonista en el Mundial de Corea y Japón en 2002. El combinado nacional, dirigido entonces por José Antonio Camacho, volvió reclamar los errores del colegiado egipcio Al Ghandour, que llegó a anular dos goles legales para quedar apeados frente a Corea del sur en los penaltis.

Pero la suerte cambió en el año 2008, donde el conjunto de Luis Aragonés superó la barrera de los cuartos ante Italia para, después, alzarse con el título. Transcurridos 60 años, España volvió a contar con la oportunidad de sentirse uno de los mejores equipos del mundo y, esta vez, rompió con la historia.