Una investigación del Instituto Nacional Chino para el Control de los Productos Biológicos y Farmacéuticos concluye que la sustancia química alterada que se halló en el anticoagulante heparina de Baxter International no causó de las muertes y reacciones alérgicas relacionadas con el uso del fármaco en Estados Unidos, informaron hoy las autoridades.
Los expertos analizaron los lotes de heparina utilizados por los pacientes que declararon haber sufrido estos problemas de salud y sólo algunos contenían este tóxico, una forma alterada de sulfato de condroitina, destacó el vicedirector general de este instituto, Jin Shaohong, quien insistió en que la condroitina con exceso de sulfato “puede no ser la causa real de los efectos adversos de la heparina”.
España es uno de los países europeos donde se han comercializado anticoagulantes cuya materia prima fue alterada, concretamente Chiesi y Clexane, aunque a Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha indicado que no han trascendido efectos adversos.
Las Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) aseguró que sus investigadores encontraron algunos lotes de heparina con sulfato de condroitina alterado, que imita los efectos anticoagulantes de la heparina. Sin embargo, no relacionó oficialmente el hecho con los problemas de salud.
Baxter, el fabricante, retiró la mayoría de sus productos con heparina el pasado febrero después de registrar reacciones en pacientes tratados con este anticoagulante, que se emplea en las diálisis de riñón y en varios tipos de cirugías empleadas para prevenir los coágulos.