Innovación a la inglesa

Rioja2

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De los 75 fármacos más importantes del mundo, 19 son terapias desarrolladas en Reino Unido. La británica es la mayor industria farmacéutica de Europa. En ella se han descubierto el 35 por ciento de todos los productos del sector que han visto la luz en el Viejo Continente, y también del 35 por ciento es la tasa que Reino Unido se lleva de la producción farmacéutica europea. Sólo Estados Unidos supera estas cifras.

Gran Bretaña puede presumir de tener un sector farmacéutico que da impulso a las exportaciones nacionales y acapara el 35 por ciento de las novedades del mercado europeo. ¿Particularidades? En el mercado británico han surgido fórmulas de colaboración público-privadas únicas, como la establecida con Novartis para el diseño de un ensayo clínico en fase III, en el cual el Instituto Nacional para la Excelencia Clínica (NICE) aconsejará sobre sus requerimientos en materia de coste y eficacia. Por su parte, Johnson & Johnson, ha acordado reembolsar al Sistema Nacional de Salud (NHS) el precio de su fármaco contra la leucemia Velcade (bortezomib DCI) en los pacientes que no respondan de forma significativa a la terapia.

Se deba o no a este tipo de soluciones innovadoras, lo cierto es que el mercado de las ciencias de la salud es extremadamente potente en el país. Hay más de 400.000 personas empleadas en el sector, que generó beneficios por valor de 23 millardos de libras (algo más de 24 millardos de euros) en el año 2004. Ese 35 por ciento que Reino Unido se lleva de la producción farmacéutica europea es superado en todo el mundo únicamente por el mercado norteamericano. Además, el sector hace una aportación impagable a las exportaciones nacionales: más de 13.900 millones de libras (17.500 millones de euros) en el año 2006.

Cuando se trata de la autoría de ensayos clínicos, más de la tercera parte de todos los que se llevan a cabo en el marco de la Unión Europea llevan la impronta británica. Puede atribuirse esa circunstancia a la sólida base de equipos de investigación, centros avanzados y grado de excelencia, en virtud de los cuales la cartera de nuevos productos con la marca 'hecho en Gran Bretaña' es una de las más potentes del continente. Entre las áreas terapéuticas en las cuales su fortaleza es especialmente llamativa están Sistema Nervioso Central, Oncología y trastornos respiratorios.

En general, en la industria se percibe Gran Bretaña como un entorno óptimo para establecer una sede por su consabido prestigio científico y su probada solvencia económica. Con el conocimiento de que las Ciencias de la Salud constituyen un motor de la economía nacional, el ministro de Comercio e Inversión, Digby Jones, ha anunciado una nueva estrategia para que el país encabece la lista de emprendedores en mercados emergentes, como el chino.

La organización para el fomento de las inversiones en suelo británico (UKTI), dependiente del Ministerio de Comercio e Inversiones, ha reconocido por boca de uno de sus asesores, Mike Fisher, que “la estrategia británica está diseñada especialmente para apoyar a las biotecnológicas más innovadoras. No sólo se van a abrir las puertas a compañías individuales, sino que se va a difundir la idea de la experiencia británica como un todo, en mercados clave de todo el mundo”.