“Queremos salir a trabajar sin miedo a no volver a casa”. Es la reivindicación de las víctimas de accidentes laborales que sufren como sus familiares murieron en su puesto de trabajo y que tratan de concienciar a la sociedad de la importancia de la salud laboral desde la Plataforma 28 abril Stop Accidentes Laborales.
“No son accidentes porque un accidente es algo que ocurre de manera fortuita, que no se puede evitar, y en este caso ocurrió porque las medidas de seguridad estaban alteradas”, puntualiza rotunda Alba, nada más comenzar a hablar.
Su marido murió el 11 de noviembre de 2019 apenas media hora después de empezar a trabajar. “Todo el proyecto de vida de una persona de 32 años se quedó en una máquina que solo quería tenía que producir y producir cada vez más rápido”.
“No asimilas es que la empresa y las instituciones se laven las manos”
“No me dieron la noticia hasta las 11 de la mañana y sentí que no lo hicieron de la mejor manera, de sopetón, sin cuidado”. Desde entonces, Alba ha recorrido una largo camino marcado por el desamparo. “Tenemos la sensación de que las empresas son intocables, para ellos sigue la vida mientras a los demás se nos ha parado”, sentencia al recordar cómo la fábrica en la que trabaja su marido retomó su actividad una hora después del suceso y que “sigue habiendo accidentes”.
“El dolor sigue siendo el mismo pero con el tiempo lo masticas; lo que no asimilas es que la empresa y las instituciones se laven las manos, que todo quede en dinero”, denuncia esta víctima con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
Las víctimas también lamentan que se enfrentan a juicios tediosos, que en el caso de la muerte de Dani, el marido de Alba, todavía solo han declarado los testigos. El juicio por la muerte de Roberto, el padre de Ana María García, parte también de la Plataforma 28 abril. Stop Accidentes Laborales se alargó durante 9 años: “eso dificulta mucho el proceso psicológico”.
“Se responsabiliza al trabajador de haber hecho algo mal que provocara el accidente”.
Su padre murió con 54 años en noviembre de 2012, cuando ella tenía 29 años. “Era conductor de un camión naranja de volquete y cayó dentro de una tolba que no tenía medidas de seguridad”.
Así lo determinó el informe de la inspección, la muerte se produjo porque faltaba una valla. Sin embargo, Ana denuncia el proceso de revictimización que sufren las víctimas de accidentes laborales: “se responsabiliza al trabajador de haber hecho algo mal que provocara el accidente”.
Ana lamenta “el sentimiento de abandono y la falta de conciencia y sensibilización sobre la salud laboral”. Por ello, y por la falta de trato humano y apoyo a las víctimas entro en la Plataforma 28 de abril, aunque “nos sentimos frustrados por la falta de atención”.
“A las empresas les sale barato no poner medidas de seguridad”
En los tres casos, las sanciones fueron “rídiculas”, “indignantes”. Las víctimas comparten adjetivos y experiencia. “La Ley contempla sanciones más alta, pero nunca se cumplen, a las empresas les sale barato no poner medidas de seguridad”, asegura Ana Corres.
Su hijo murió en febrero de 2020 aplastado por una estructura durante el desmontaje de una prensa hidraúlica junto con un compañero. “Tuvieron algún problema; al parecer, pidieron instrucciones y al llevarlas a cabo una estructura impactó contra el compañero y Rober fue auxiliarle y le cayó otra estructura”, recuerda Ana Corres.
Roben, que en aquel momento tenía 35 años, ya había alertado de la falta de medidas de seguridad en su puesto de trabajo a su familia y amistades: “sabía que algo iba a pasar y un mes antes se cambió de sección”.
“Faltan inspecciones de trabajo preventivas”,
El juicio por la muerte de Rober también sigue en fase de instrucción y también ha sufrido como se intenta culpabilizar. No obstante, explica que el informe de la inspección era demoledor: “no había un protocolo, no estaba acreditado que se hubiera recibido formación, no había un plan de riesgos y no había supervisión”. “Pero las inspecciones vienen cuando ocurre un accidente, faltan inspecciones de trabajo preventivas”, denuncia esta víctima.
“Estar en la Plataforma es una manera de canalizar mi rabia”, señala Ana Corres. Considera que lo primero es reconocer lo que está ocurriendo, como con la siniestralidad vial y tomar medidas“. Ana, Ana María y Alba han entrado en la Plataforma 28 de abril para darse la mano y visibilizar un problema que va en aumento: ”las muertes en el trabajo son invisibles“.