Las tareas domésticas y educativas que realizan las mujeres africanas son “invisibles” y “no están valoradas”, según afirma la cooperante y trabajadora del Departamento de Proyectos en África de Manos Unidas, Cristina de Benito. Por esta razón la organización aboga por hacer visible este trabajo, para que las mujeres de áfrica puedan “tener voz” en su propia comunidad, ya que opinan que juegan un “importantísimo” papel en la lucha contra la pobreza.
De Benito intevino en el seminario “La lucha contra la pobreza en un mundo en crisis. Hay soluciones”, organizado por la Universidad Menéndez Pelayo. En su intervención, añadió que el rol que desempeñan las mujeres africanas como “cabeza de familia” tampoco se ve reconocido en los censos. Cuando sus marido emigran a zonas urbanas, “ellas no pueden pedir microcréditos, ya que la titularidad de las propiedades la siguen teniendo ellos”.
Existe una expresión africana que dice que cuando ayudas a una mujer, se beneficia toda su familia, señaló la cooperante, quien insistió en que “si ellas poseen ingresos extras los destinan a la sanidad, la alimentación y la educación de los suyos”.
Sobre el Objetivo de Desarrollo del Milenio que contempla conseguir la igualdad de género para 2015, De Benito reconoció que en la organización no están “muy contentos” ya que es una cuestión para la que “no existen indicadores reales que evalúen la progresión de estas metas”.
Asimismo, la trabajadora de Manos Unidas aseguró que la actual crisis económica está “frenando” la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, el primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio. Por ello, apostó porque Naciones Unidas tome “medidas resolutivas e inmediatas” y porque el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial “ofrezcan otra visión de cómo estos países podían devolver la deuda externa”.
En esta misma línea, De Benito recomendó actuar a distintos niveles, tanto con los estados donantes “para que sigan pensando en el 0,7% que se han comprometido a dar”, como con los países en vías de desarrollo, “otorgándoles más voz para que puedan participar en las asambleas y visualizar así sus problemas”.
Por último, la cooperante se refirió a las diferentes campañas dirigidas a mujeres africanas que realiza Manos Unidas, con las que pretenden priorizar la educación “formal” y la “no formal” ya que, en su opinión, “la educación es la base de todo proyecto de desarrollo”.