La Rioja, referente nacional en kickboxing inclusivo
Campeona del mundo en ocho ocasiones, campeona de Europa, 23 veces campeona de España. Su deporte, el kickboxing, sus especializaddes, point fighting y light contact. Además es árbitra nacional, técnica deportiva y la primera mujer de España, por no decir de Europa, en conseguir el cinturón negro sexto dan. Pero Seila Espinosa es además integradora social. Su vida ha estado siempre ligada al deporte, “y cuando terminaron las competiciones tenía claro que no quería desvincularme del deporte”. A la vez, tampoco quería renunciar a su otra gran pasión, la discapacidad. Fue así como nació su Escuela hace casi diez años. “Soy integradora social de formación y he trabajado toda mi vida en este ámbito, empecé con voluntariados y estuve 12 trabajando en IGUAL A TI”.
Fue después cuando comenzó su proyecto y reto más personal, la Escuela de Kickboxing Seila Espinosa en Logroño. “En 2024 cumplimos diez años de esta apuesta porque las personas con discapacidad tuvieran un lugar en el que se sintieran incluidas desde la normalización absoluta”. Y así comenzó todo, primero con dos personas con discapacidad, “ahora ya son el 25 por ciento de la escuela”, reconoce orgullosa. Y es que Espinosa, su equipo y su alumnado han conseguido que La Rioja sea pionera y referente. Desde hace casi una década están rompiendo esquemas y generando oportunidades. “Fuimos los primeros de España en conseguir que una persona con discapacidad consiguiera un cinturón negro y primer DAN”. Él es Juan Antonio Fuentes, primer cinturón negro primer y segundo DAN de España con Discapacidad. Esfuerzo, preparación y “ganas de hacer las cosas bien”, es así como Fuentes está logrando sus objetivos a los que le seguirán, “un tercer cinturón negro tercer DAN, el Campeonato de España o incluso ir la Mundial”, porque Fuertes confiesa que le gustaría ser seleccionado por la Española.
Pero además, Espinosa está preparando y entrenando a la que será la primera mujer con discapacidad de España con cinturón negro primer DAN. “Ayer me enteré de que me voy a examinar del cinturón negro, estoy muy contenta y voy a seguir trabajando para conseguirlo”, confiesa Milagros Ruiz, “la mujer con más capacidad de esfuerzo que conozco”, asevera Seila.
Juan y Milagros son un ejemplo de cómo se pueden romper los esquemas, Seila lo es generando oportunidades. Llegan a la escuela después del trabajo. Una vez dentro, cada jornada es diferente. “Hay días que los dedicamos únicamente a hablar, otros a entrenar, otros a hablar y entrenar... nos adaptamos a lo que ellos necesitan”. Y es que las clases son un ejemplo perfecto de inclusión y normalización. El alumnado con discapacidad comparte entrenamiento con las personas sin discapacidad. “Juntos tejen hilos, forjan uniones y surgen personas de referencia, vienen a trabajar juntos y compartir momentos”.
Compromiso, constancia, optimismo y voluntad
Un ansia de superación personal que va más allá del añadir al medallero nuevos cinturones. Y es que Juan Antonio Fuertes y dos compañeros más dejarán de ser alumnos para convertirse en profesores. “Estamos diseñando una nueva formación, monitor auxiliar, una titulación oficial con la que podrán trabajar en gimnasios como monitores de apoyo”. Juan, explica Espinosa, lleva siete años trabajando para conseguir este título. “El esfuerzo y compromiso de estas personas es inmenso, quieren dar calidad y hay un gran esfuerzo detrás”. De hecho el próximo mes de enero, el alumnado con discapacidad de la Escuela de Seila Espinosa impartirá clases a los escolares del IES D' Elhuyar, “una nueva oportunidad para que se den cuenta de que pueden seguir rompiendo esquemas”.
Y lo seguirán haciendo, también a lo largo de 2024. En la agenda ya han anotado citas importantes como el primer campeonato de Europa de Kickboxing Inclusivo, después le seguirá el mundial. “Hungría, Atenas y las citas nacionales en las que el equipo de La Rioja es una referencia”. Un equipo de referencia capitaneado por la coordinadora de la Federación Española de Kickboxing Inclusivo y miembro del Comité Internacional. “Se ha extrapolado el proyecto que nació en esta Escuela en Logroño a nivel nacional, y ahora desde el Comité Internacional, a nivel mundial”, relata Espinosa, quien agradece a la Federación Española de Kickboxing, sobre todo a su presidente, Jesús Eguía, “que haya confiado en el proyecto para que las personas con discapacidad tengan su hueco”. Y aunque a nivel regional la Escuela de Espinosa cuenta con apoyos, también reconoce que son algo escasos. “Contamos con un grupo de personas que nos acompañan a las competiciones, sin ellos sería imposible acudir a estas citas”. Pero en esta Escuela igual de necesarias son las manos como el apoyo económico. “Contamos con una pequeña ayuda de Bantierra y de la Fundación Rioja Deporte con la que podemos alquilar la furgoneta para ir y venir de los viajes, pero como más”.
A pesar de todo, la de Seila Espinosa es mucho más que una escuela de kickboxing.
Y es que, “desde pequeños van descubriendo la diversidad, van aprendiendo que cada persona tiene un estilo de comunicación diferente y, por esta razón, trabajamos con todos el alfabeto dactilógico en el que cada letra del alfabeto cuenta con una representación manual. De esta forma, a través de ella se pueden trasmitir a la persona con problemas de audición cualquier palabra que desee comunicar, por ejemplo, cuando piden agua, cuando quieren ir al baño, a decir buenas tardes... términos sencillos con los que normalizamos que hay compañeros con problemas de audición a los que trasmitimos que queremos formar parte de su aprendizaje”.
Normalización e inclusión. Es la base de esta Escuela en la que a través del kickboxing el alumnado trabaja la coordinación, el equilibrio, la fuerza, pero, sobre todo, las habilidades sociales y una inclusión real. “Somos una gran familia, a esta escuela no sólo se viene a entrenar sino ha hacer familia y todos nos sentimos incluidos. Las personas sin discapacidad que vienen aquí siempre han compartido espacio y tiempo con las personas con discapacidad, para ellos es lo habitual, saben cómo es la discapacidad, cómo trabajarla, tratarla e incluso abordar situaciones complicadas e incómodas”. Y lo más importante, concluye Espinosa, “trabajamos mucho los valores, sobre todo, el respeto, la escucha y la autoestima, aquí escuchamos y les damos voz porque muchas veces las personas con discapacidad no se sienten escuchadas”, Una fórmula que parece que funciona. En 2023, la Escuela de Seila Espinosa se trajo a Logroño del Campeonato de España 18 oros, 3 platas y otros 3 bronces.
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