Altadis ha alcanzado un acuerdo con los representantes sindicales sobre las condiciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), cuya documentación presentará en los próximos días ante el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. El ERE incluye concentrar la producción de cigarrillos en Logroño, tanto de rubios como de negros, permaneciendo como única fábrica de cigarrillos en España, lo que permitirá crear 108 nuevos empleos. La producción se incrementará hasta unos 33.000 millones de cigarrillos
También concentrará la producción europea de cigarros en Cantabria, lo que incrementará la plantilla en 38 nuevos empleos. La producción, por su parte, aumentará de 380 a 816 millones de cigarros al cesar la actividad de las plantas de Bristol (Inglaterra) y Estrasburgo (Francia), que será transferida a Cantabria.
Según informó hoy Altadis en nota de prensa, el expediente es consecuencia de los proyectos de reestructuración anunciados por Imperial Tobacco Group, propietaria de Altadis, el 19 de junio de 2008, como parte del plan de integración de ambas compañías.
En España, las medidas propuestas contribuirán a corregir los lastres de redundancias e ineficiencias y facilitarán la viabilidad y competitividad de las operaciones españolas que consolidan su continuidad. Las medidas previstas en el plan de reestructuración, una vez se obtenga la aprobación de la autoridad laboral, culminarán el 30 de junio de 2010.
El programa de acompañamiento social podría afectar por la aplicación de las distintas medidas sociales contempladas --recolocación interna mediante movilidad funcional y geográfica, recolocación externa, baja indemnizada que permite enlazar con la jubilación y baja incentivada-- a un máximo de 794 trabajadores en España. Al final, la reducción neta de puestos de trabajo se reduce a 613 teniendo en cuenta que está previsto amortizar 780 puestos, pero se crean 167 nuevos empleos.
La reorganización prevista fortalece a España como un país clave dentro del Grupo Imperial Tobacco, tanto a nivel de mercado como de producción, al consolidar las fábricas de Logroño y Cantabria como dos centros tabaqueros españoles de dimensión y tecnología internacional.
El Expediente de Regulación de Empleo incluye el cese de la actividad de la fabricación de cigarrillos negros en la planta de Alicante. El acusado descenso del segmento de tabaco negro, con una caída en volumen del 63 por ciento en España y cerca del 70 por ciento en Francia en los diez últimos años, han llevado a la compañía a decidir concentrar toda la producción en la fábrica de Logroño.
Además, se reorganizarán para mejorar eficiencias y ajustar las necesidades de producción de las plantas de preparación de tabaco en rama de Cádiz y Palazuelo (Cáceres).
Altadis se felicitó por “la buena disposición negociadora de los representantes sindicales” y la “clara voluntad de diálogo y entendimiento” que han hecho posibles estos acuerdos.