Cuando la calle Portales era el epicentro comercial de Logroño

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Federico Soldevilla lleva entre 15 y 20 años redescubriendo la calle Portales de Logroño a las personas que se suman a los paseos organizados por Amigos de La Rioja. Y, a lo largo de este tiempo, reconoce que “se han producido muchos cambios porque como dicen los arquitectos, los edificios también están vivos”. Cambios, aciertos y desaciertos en una calle que fue el epicentro comercial de Logroño y que a juicio de Soldevilla “ha perdido mucho encanto y está desatendida”.

Y es que, en algunos tramos de dicha calle no se ha respetado la ordenación de los edificios. “Hay edificios que quedaron fuera de ordenación, como edificio que está frente al IER, al principio de la calle en el número 3, donde se levantó otro edificio de mayor altura y perdimos ahí la unificación de fachadas, se levantó un monstruo”. Y hablando de fachadas, otro desacierto. “La del edificio donde tradicionalmente se ubicó FotoPayá, un edificio de finales del silgo XIX hasta los años 50 se respetaban las alturas... pero ahora también se ha roto una estructura que en otros lugares sí que conserva”.

Desaciertos arquitectónios a los que hay que sumar los comerciales. Y es que Soldevilla recuerda “cómo en esta calle se localizaban los comercios de postín de Logroño donde la clientela recibía atención personalizada y de calidad”. Todo esto, dice, “está cambiando y estos comercios tradicionales están dando paso a otro tipo de actividad”. Y así, ha enumerado un buen número negocios que ya no están en esta calle como La Violeta, Don Claus, Mendi, Sastería Cadiñanos... y que han dado paso a otro tipo de actividades, hostelerá sobre todo. “Muchos negocios han ido cerraando y en su lugar se han puesto en marcha otras actividades, se está perdiendo la gracia de salir a pasear y algo más si solo se abren bares, aunque me imagino que son los tiempos que tocan”. Algo parecido pasa con las librerías enclavadas en esta calle de Logroño. “Todavía nos queda la Librería Castroviejo, pero lamentablemente hemos perdido librería con mucho encanto”.

Pese a todo, Federico Soldevilla sigue siendo un enamorado de esta calle en la que “todavía puedes econtrarte con vestigios del siglo XVI y XVIII” y en la que también encuentra aciertos porque se están llevando a cabo rehabilitaciones integrales de edificios en las que se está manteniendo las fachadas originales “como la del Hogar Navarro o los miradores que tenemos en esta zona y que no los hay en otros lugares”. Y es que Portales cuenta con muchos tesoros escondidos ocmo el escudo heráldico del número 24. “Esta casa pertenecía a un noble porque, antiguamente, el que vivía en la calle Portales era una persona importante, los de la calle Mayor y Rua Vieja pronto se traslador a Portales, de ahí a la Gran Vía y ahora el que puede se va a la carreteara de Soria”, bromea.

Por todo ello, Federico Soldevilla, insta “a quien corresponda a mantener esta zona de Logroño, para que siga siendo el eje de paseo de Logroño”. Una calle en la que dice “cuando hace frío y caen cuatro gotas nos encontramos todos”.

Este domingo 21 de enero Federico Soldevilla realizará un nuevo paseo por la calle Portales de Logroño, paseo que “concluirá en el Café Moderno de Logroño para charlar y analizar el paseo y los cambios de esta calle”. El punto de partida, a las 11:00 en el Palacio de los Chapiteles de la calle Portales.