Los primeros banderazos de Conrado Escobar para las madres, el comercio y la ciudad de Logroño

Logroño celebra este 11 de junio el día de su patrón, San Bernabé. Una jornada marcada por las tradiciones y protagonizada por dos actos muy arraigados, el reparto del pan, el pez y el vino en el entorno de las murallas del Revellín y los tres banderazos con la bandera de Logroño que dedica el alcalde bajo el acto de San Bernabé en Portales; en Cuatro Cantones, en la confluencia de las calles Mercaderes y Marqués de San Nicolás; y en la Puerta del Revellín.

El reparto del pez, pez y vino es uno de los primeros actos del día de San Bernabé. Desde primera hora la Cofradía del Pez ha comenzado los preparativos y a las 10 ha empezado el reparto de las 26.000 raciones que prevén este año. Con este acto se conmemora la resistencia del pueblo logroñés ante las tropas francesas en 1521.

Tras la Misa de San Bernabé en la Concatedral de la Redonda, se inicia la procesión de los banderazos. Este año será la primera vez que el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, tenga este honor. El año pasado, aunque ya había ganado las elecciones municipales, el socialista Pablo Hermoso de Mendoza seguía siendo alcalde en funciones, si bien compartió con Escobar el último banderazo, dedicado a toda la ciudadanía logroñesa.

Bajo el Arco de San Bernabé, el alcalde ha reconocido la ilusión y emoción del momento. El primer banderazo se lo ha dedicado a “las personas que nos lo han dado todo porque nos han dado la vida, que son las madres”. Mirando al cielo, recordando a la suya, ha brindado el primer banderazo “a todas las madres logroñesas”.

El segundo banderazo en Cuatro Cantones lo ha hecho mirando al Ebro “pero sin perder de vista lo que tenemos detrás, la Plaza del Mercado”. Por eso, se lo ha dedicado “a los artesanos, pero sobre todo a los comerciantes, al comercio logroñés, al de ayer, al de hoy, pero sobre todo, al comercio de futuro. A los trabajadores de nuestros comerciantes, a las familias de los comerciantes que hacen grande esta ciudad”.

El tercer banderazo se da en la Puerta del Revellín, “el lugar más simbólico de Logroño, la puerta de entrada y por la que despedimos al peregrino, la puerta que me gustaría que acogiera siempre a quien quiera vivir y disfrutar de esta ciudad, especialmente a la gente joven”. Así ha dedicado el último banderazo “a la muy noble y muy leal ciudad de Logroño. Por el Logroño del Ebro, el Logroño del Camino de Santiago, por el Logroño diverso, por el Logroño joven, el Logroño del pasado, el Logroño de la convivencia, el Logroño del futuro. Esa es la ciudad que vamos a construir entre todos”.