Ya lo anunciaba el pasado 26 de enero Ángel Varea, concejal de Casco Antiguo y Patrimonio del Ayuntamiento de Logroño, el pistoletazo de salida tendría lugar justo al terminar las próximas fiestas de San Bernabé.
Y hoy, Ángel Varea junto a Alberto Merchán, Jefe de la Unidad del Casco Antiguo de Logroño, y el arquitecto del proyecto, Jesús Ulargui, han presentado uno de los ejes más importantes de la recuperación de la muralla y del foso del Cubo del Revellín.
Estamos hablando de uno de los proyectos más ambiciosos del Casco Antiguo de la ciudad de Logroño, de un proyecto vertebrado por cinco ejes que van orientados a la rehabilitación del tramo de 11 de Junio, los escudos y tejadillo del Revellín, las traseras de las casas de la calle de Barriocepo, y el punto más importante y destacado: sacar la parte de la muralla tapada por el frontón y crear una nueva muralla que devuelva a la ciudad la esquina que se merece.
Varea ha destacado que se trata de una de las intervenciones “más importantes y espectaculares” de la ciudad, una transformación de Logroño financiada por el Fondo del Gobierno Central afirma, y que constituye “un regalo para la ciudad”.
“UN CONJUNTO URBANO Y UN MUSEO GRÁFICO MUY COMPLETO”
El objetivo a la hora de abordar este proyecto era recuperar las murallas del Revellín y su entorno, y para ello es imprescindible la demolición del frontón asegura el arquitecto Jesús Ulargui. Debajo de éste existe una muralla de 6 metros de altura y la finalidad es “mostrarla” construyendo una prolongación de 6 metros de altura, que recupere la esquina y deje el fondo de la ciudad “de contramuralla”.
Mediante una reconstrucción de piedra que devuelva la forma original del entorno del Revellín, y la instalación de un espacio interior transformado en una sala de exposiciones “cerrada y climatizada que se conectará con El Cubo del Revellín” asegura el arquitecto del proyecto, “la ciudad dará la vuelta” y se convertirá en “un conjunto urbano y un museo gráfico muy completo”.
La sala se prolongará con la muralla, 35 metros de largo y 4 metros de ancho aproximadamente, Jesús Ulargui añade: “es un regalo porque la ciudad dará la vuelta y la sala de exposiciones”
PRESUPUESTO Y EJECUCIÓN
Las obras deben estar finalizadas antes de que acabe el año, por lo que se proponen construir “como un mecano” la instalación en un taller, y a partir de la demolición del frontón en San Bernabé construirlo 'in situ'.
El proyecto se adjudicó por 82,000 euros al arquitecto Jesús Ulargui, y el presupuesto total de las obras asciende a 1.440.000 euros, y creará 15 personas.