Logroño tendrá desde esta semana vías de tráfico pacificado, se deberá circular a un máximo de 30 km/hora para favorecer la convivencia entre los diferentes medios de transporte: coches, motos, bicicletas y peatones, según ha señalado el edil de Movilidad, Domingo Dorado.
El primer kilómetro pacificado se implantará en las calles Labradores y Vélez de Guevara, servirá de prueba durante un mes antes de la implantación de la segunda fase, el próximo año, en otros 745 metros lineales en la zona de Murrieta y el parque del Semillero, en las calles Viveros, Caridad, Guillén de Brocar, Oca y Merino y Hospital Militar. En 2009, ha señalado el edil, se pretenden implantar 5 kilómetros en total. Y por último, la reforma en 2011 de la calle Caballero de la Rosa incluirá los elementos necesarios para el tráfico pacificado en otros 500 metros.
Esta medida se enmarca en la declaración institucional del pasado 1 de octubre de 2009 a favor de la bicicleta en Logroño, en el apartado tercero se especificaba 'la necesidad de adoptar medidas para la pacificación del tráfico rodado que faciliten el desenvolvimiento de la bicicleta', y según apunta Dorado, “se ha hecho esta señala nueva en España que favorece al peatón, pero éste no es prioridad, sino la convivencia segura entre vehículo y bici”.
Las vías de tráfico pacificado van más allá que la Zona 30, son un conjunto de calles en las que la velocidad de los vehículos se limita a un máximo de 30 km/hora, incluyendo elementos físicos disuasorios, una señal horizontal y un recuadro rojo a la entrada de las calles, con el fin de repartir de una manera equilibrada el uso del espacio público entre los diferentes medios de transporte, además de badenes negros o 'policías tumbados' de 6 cm. de altura.
Los objetivos, ha resaltado el edil, se centran en potenciar la Movilidad Sostenible y “aumentar la calidad de vida en las calles en donde se implanta”, las ventajas tienen que ver con la reducción del número de atropellos y accidentes; mejorar la seguridad de los peatones; convivencia entre coches y bicicletas; disminuir el número de vehículos al disuadir el tráfico de paso y evitar éste; reducir en un 50% el riesgo de sufrir accidentes, en caso de accidentes las consecuencias serán menores; mejora de accesibilidad de las personas con movilidad reducida y reduce a la mitad el tiempo de reacción de 26 a 13 minutos.
Va destinado a calles de tráfico local, “propio de residentes o comercio local” destaca el edil, “que no formen parte del viario principal”. Deben tener una adecuada señalización a su entrada con un portal y puede pasar a formar parte de los itinerarios ciclistas. Las multas, ha destacado el edil, serán las propias por infringir la velocidad permitida.