El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, y el alcalde de Logroño, Tomás Santos, han entregado las llaves a los adjudicatarios de sesenta pisos protegidos promovidos por el IRVI en el barrio logroñés de Valdegastea.
Los pisos se ubican en los números 9 y 11 de la calle Alemania y 53 de las viviendas están destinadas a jóvenes, una a una persona con movilidad reducida y las otras seis al resto de solicitantes. De las viviendas de esta promoción, treinta tienen tres dormitorios, ocupan 82 metros cuadrados y cuestan 136.554 euros; también hay otras diez viviendas de 69 metros cuadrados y dos dormitorios, con un precio de 119.431 euros.
Los otros veinte pisos tienen 44 metros cuadrados, constan de un dormitorio y están valoradas en 85.858 euros. Todas las viviendas llevan vinculada su correspondiente plaza de aparcamiento y trastero.
Esta promoción se distribuye en dos bloques con fachada de ladrillo visto, cámara de aire y aislamiento térmico y cuenta con calefacción con sistema central de gas natural y radiadores en aluminio, así como paneles solares transmisores de energía térmica para agua caliente. También disponen de una zona libre privada con espacios ajardinados.
Las ayudas concedidas por el Gobierno de La Rioja a los jóvenes para la adquisición de estas viviendas, en el caso de la de mayores dimensiones, pueden superar el 26 por ciento del precio de la propiedad.
El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz (PP), ha recordado que estos pisos se sortearon en el año 2005 y permiten que los jóvenes puedan acceder a sus primera vivienda con “unas condiciones inmejorables”. Ha insistido en que los precios de esta promoción son “más que razonables”, con independencia de las ayudas económicas que concede el Ejecutivo riojano, “para intentar que el joven no destine a la vivienda más del 20 por ciento de su salario”.
Por su parte, el alcalde de Logroño, Tomás Santos (PSOE), agregó que su Gobierno continuará con acciones como ésta para “hacer la vida más llevadera a los jóvenes y al resto de la población”, ya que en la situación actual “la hipoteca se come un sueldo o casi sueldo y medio de una pareja”.