Según fuentes próximas a la investigación técnica citadas por 'Le Figaro', las primeras observaciones permiten constatar que la zona de dispersión de los restos en el mar es muy extensa. “Se pueden observar fragmentos a más de 300 kilómetros unos de otros”, indican las fuentes.
Aunque será necesario disponer de una información más amplia, este primer elemento apunta hacia una explosión que podría haber afectado a la aeronave en pleno vuelo.
De confirmarse esta hipótesis, tal desintegración a una altura de aproximadamente 10.000 metros podría haberse producido bien por un fenómeno meteorológico excepcionalmente violento, perfectamente plausible en esta zona de convergencia intertropical, bien por una brusca despresurización o incluso por un atentado terrorista.
Los responsables de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA, por sus siglas en francés) al frente de la investigación del accidente no dan prioridad a ningún escenario de los posibles a pesar de los numerosos indicios ya recopilados.
Ayer, miércoles, la Marina brasileña localizó nuevos restos del A330, entre ellos una pieza metálica de 7 metros de diámetro y una huella de queroseno de 20 kilometros, que se añaden al asiento y al salvavidas naranja ya avistados el martes.