El estado de río de Janeiro sigue viviendo los estragos causados por las fuertes lluvias que durante estos días han estado golpeando a este territorio. Los desprendimientos de tierra provocados por las precipitaciones han dejado sin hogar a miles de personas, dejando heridos y 226 víctimas mortales.
El temor a nuevos desprendimientos, que sepulten la vida de nuevas personas, ha hecho que el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, haya anunciado la evacuación inmediata de más de 4.000 habitantes de al menos ocho comunidades del estado por las lluvias torrenciales, según informa el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
El Gobierno central brasileño ha establecido un plan de asistencia social para los evacuados. En este sentido, la contribución económica para los refugiados se ha incrementado desde los 250 a 400 reales brasileños (de aproximadamente 105 a 168 euros), según informa el diario brasileño O Globo.
Por otro lado, para los residentes de do Prazeres y do Fogueteiro, el Ejecutivo brasileño ha planificado la construcción de unas 2.200 viviendas. Asimismo, los habitantes de do Urubu recibirán ayuda del Gobierno federal y los de las comunidades de Cantinho do Céu y do Pantanal participaran en un concurso de adquisición de inmuebles asistida por el Ayuntamiento de Río, al igual que los exiliados de Sao Joao Batista, que obtendrán una compensación del 40 por ciento del valor de los inmuebles.
Por otra parte, este domingo, Paes también anunció en su Twitter que las multas de tráfico impuestas a los transeúntes durante el caos provocado por el aguacero serán canceladas.
El Gobierno central y local han aportado diversos planes de ayuda de emergencia en lo que va de semana. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció el pasado jueves que destinará 200 millones de reales (84 millones de euros) para atender la emergencia. Asimismo, el miércoles Paes presentó al ministro de Integración Nacional, Joao Reis Santana, una propuesta de 370 millones de reales (157 millones de euros) para paliar los efectos de la peor tormenta que ha azotado esa región en las últimas décadas.
Igualmente, el alcalde de Río de Janeiro garantizó 100 millones de reales (42 millones de euros) para las obras de drenaje que llevará a cabo en la segunda ciudad más importante de Brasil con o sin la ayuda del Gobierno central.