Entre los factores de riesgo adicionales están hipertensión, diabetes u obesidad, lo que favorece la aparición de un evento cardiovascular. Con el fin de reducir los niveles de colesterol LDL, los expertos apuestan por rosuvastatina, un tratamiento que es además efectivo en pacientes que suman más de un factor de riesgo. Así se puso de manifiesto en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Cardiología, en la mesa ‘Prevención cardiovascular en el paciente de riesgo. Retos para la acción’, impulsada por AstraZeneca.
“Los factores de riesgo más importantes son el tabaco, la hipercolesterolemia, la hipertensión, la diabetes, la obesidad y los antecedentes familiares, y el objetivo debe ser controlarlos todos, no solamente uno”, explica Esteban López de Sa, secretario de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y jefe de la Unidad Coronaria del Hospital La Paz, de Madrid, quien recuerda que cada factor no suma, sino que multiplica el riesgo de padecer una cardiopatía isquémica o un accidente cerebrovascular, los eventos más frecuentes en la población española.
Los expertos reunidos apostaron por la llegada de rosuvastatina al mercado español, puesto que es un medicamento que reduce los niveles de colesterol LDL y tiene otros efectos beneficiosos en aquellos pacientes que tienen más de un factor de riesgo. “En ocasiones se ha focalizado toda la atención en aquellos fármacos que sólo bajaban el colesterol, pero que, sin embargo, por otro lado, aumentaban otros riesgos”, apunta el doctor López de Sa. “Con rosuvastatina no sólo baja el LDL, sino que también es efectivo en pacientes con otros factores de riesgo”, manifiesta.
Por último, este experto recuerda que, pese a que España es un país con menor incidencia de enfermedades cardiovasculares que otros países del norte, aún un 30% de todas las muertes anuales se debe a esta causa. “Cada persona debe mantener sus cifras de colesterol controladas de acuerdo con su perfil y, lo más importante, debe mantenerlas dentro de los objetivos terapéuticos recomendados por las guías médicas, por lo que no hay que detener nunca ni el tratamiento impuesto por el médico ni romper con un estilo de vida cardiosaludable”, concluye.