La gastronomía riojana ha sumado nuevas estrellas Michelin en la gala celebrada este martes en Toledo. Las han obtenido el restaurante logroñés Ajonegro, que se hace con su primera Estrella Michelin y Venta Moncalvillo, de Daroca de Rioja, que suma a la suya la Estrella Verde.
Ajonegro ha obtenido su primera Estrella Michelin. Mariana Sánchez y Gonzalo Baquedano han recibido esta distinción del prestigioso chef Jordi Cruz y han querido agradecer a su familia y a su equipo por su apoyo, así como a la guía por el reconocimiento.
El premiado restaurante se encuentra en pleno centro de la capital riojana, en la calle Hermanos Moroy, 1. Desde 2018, ofrecen una cocina actual y de fusión que les refleja a ellos mismos, pues quieren plasmar las raíces mexicanas y españolas.
En el firmamento riojano también cuentan con una estrella Michelin Kiro Sushi de Félix Jiménez en Logroño, el restaurante Íkaro que dirigen Carolina Sánchez e Iñaki Murúa, también en la capital, a las que se suma la de Miguel Caño en el Nublo de Haro, conseguida el año pasado a los pocos meses de abrir su restaurante, y la de Venta Moncalvillo, con los hermanos Echapresto al frente. Dos estrellas tiene, por su parte, El Portal de Echaurren, de Francis Paniego.
Compromiso con la sostenibilidad desde Daroca
Por su parte, el restaurante Venta Moncalvillo ha conseguido la estrella Verde que reconoce el compromiso con la sostenibilidad. La Guía Michelin reconoce así a aquellos restaurantes que respetan los ritmos de la naturaleza y se esfuerzan por innovar llevando a cabo iniciativas que preserven el medio ambiente mediante la gestión de recursos y la eliminación de residuos.
Y es que la naturaleza es un elemento más que se cocina en el restaurante de los hermanos Echapresto en Daroca de Rioja, con el protagonismo de la huerta incluso en los postres y una cocina de temporada marcada por los ciclos lunares.
Desde que comenzaron a otorgar estas Estrella Verde, es la primera que llega a La Rioja.
Ha recogido el galardón Ignacio Echapresto, quien ha querido agradecer a su equipo, a su hermano Carlos, a sus padres, que, según ha detallado, les inculcaron valores como el esfuerzo o el respeto al entorno y, finalmente, a La Rioja y al pueblo de Daroca “por permitirnos hacer lo que nos gusta donde nos gusta”.