Sanidad ha recomendado no consumir aceite de girasol ya que se ha detectado que una partida de este producto procedente de Ucrania y distribuida en Europa está contaminada con hidrocarburos.
El Ministerio insta a evitar el consumo de este producto hasta que se localicen y retiren del mercado las partidas contaminadas. Aún así asegura que los índices de contaminación son bajos por lo que no entraña un riesgo para la salud.