Un siglo en 15 hitos: estas son las fechas más relevantes de la historia de la DOC Rioja

La Denominación de Origen Rioja está de cumpleaños. Ya han arrancado los actos de un centenario que tiene como objetivo principal transmitir durante los próximos meses el orgullo y la posición de liderazgo de Rioja. Cien años de historia de la primera Denominación de Origen de España que nació en 1925 manteniendo desde entonces una constante: provocar e impulsar avances en el sector.

La antigüedad del asentamiento de la cultura del vino en Rioja data de hace más de 2.000 años, fecha en la que se ubican los primeros restos arqueológicos de lagares rupestres y bodegas de la zona. Pero si ha habido un antes y un después para el Rioja fue la creación de la Denominación. Estos son algunos hitos cruciales para entender la actualidad de Rioja y su relevancia en el mundo vitivinícola:

1924: El año del “pacto entre desiguales”, así lo denominó el historiador José Luis Gómez Urdañez. Fue el momento en el que los diferentes actores consiguieron ponerse de acuerdo y eso es lo que permitió administrar el momento de éxito que vivía toda la zona de Rioja.

1925: Nace la primera denominación de España. En un contexto jurídico que no estaba preparado todavía para ello, utilizando la regulación de marcas se configuró la marca colectiva, un concepto para identificar a una región con un sello de garantía. Nació Rioja como Denominación de Origen sin que todavía existiera regulación para las Denominaciones de Origen.

1928: Fue el año en el que se elaboró el primer reglamento de Rioja que delimitaba la zona y establecía pautas de procedencia. Toda la obsesión de la época era la identificación del origen, la procedencia. Hubo que esperar años para que llegara el siguiente reglamento a una región de España. Fue en 1935 en Jerez. 

1980: Certificación de vinos y añadas. Inicialmente, no había categorías, solo se diferenciaban los vinos criados de los no criados. Es Rioja quien presiona para que en 1979 haya una regulación nacional que defina los vinos jóvenes, crianzas, reservas, grandes reservas. Esa ha sido siempre la constante de la Denominación de Origen Rioja, provocar avances dándoles impulso y desarrollo.

1985: Año del control cualitativo. Una de las cosas que Rioja hizo de forma anticipada antes de que se convirtieran en habituales.

1991: Se consigue el escalón más alto de la pirámide de calidad: la “Calificada”. Solo dos DOs en España lo ostentan, siendo Rioja la primera en conseguirlo. Conlleva el cumplimiento de una serie de requisitos más exigentes en términos cuantitativos, cualitativos y de control

2000: Blindaje comunitario del embotellado en origen. Algo que ahora se ve totalmente normal, el embotellado en origen, supuso entonces un gran problema. Se trataba de suprimir los graneles que iban a exportación pero no fue algo fácil de encajar y generó un pleito que finalizó en el año 2000 con una sentencia en Bruselas que reconoce que esa barrera en casos como el de Rioja donde lo que se protege es una reputación, está más que justificado.

2003: Se crea la Organización Interprofesional del Vino de Rioja.

2004: Aprobación de la representación económica y participación universal. 

2005: Segundo Plan Estratégico de Rioja.

2008-2009: La “Revolución Blanca”. Se pasa de un color erróneamente olvidado a que los blancos hayan doblado su cuota en Rioja. Un año antes se autorizan nueve variedades de uva que se añaden a las siete que ya estaban permitidas desde 1926. Incluyen seis variedades autóctonas recuperadas y tres variedades foráneas entre las que se encuentran las internacionales blancas Chardonnay y Sauvignon blanc.

2017: El foco se pone en el origen y el terroir. Se trata de compatibilizar los procesos de crecimiento con atender otro tipo de orientación, dando cabida a otros enfoques a la hora de transmitir el producto desde la pequeña parcela, el viñedo singular, también dar valor a los vinos de pueblo abriendo los requisitos, los vinos de zona que ya eran un hecho desde 1998 o los vinos espumosos. Se busca el desarrollo de toda la potencialidad de la región y no quedar solo en la producción añadiendo las nuevas indicaciones a las tradicionales de envejecimiento.

2020: Nuevo Plan Estratégico en el peor escenario de crisis sanitaria mundial.

2023: Planes para la recuperación del equilibrio. El Plan Estratégico se ha quedado corto en la nueva realidad y hay que readaptarlo.

2025: El año de coger impulso para otros 100 años de historia.