Tres de cada cuatro consejerías no disponían en 2017 de manuales para la gestión de subvenciones

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El Informe del Tribunal de Cuentas de La Rioja del 2017, que ya ha sido aprobado, refleja que la Comunidad ha cumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda fijados para 2017, pero “no ha respetado la regla de gasto establecida para dicho año”, habiéndose aprobado, en consecuencia, el Plan Económico Financiero 2018-2019. El volumen de deuda pública a 31 de diciembre de 2017, ascendía a 1.570 millones de euros, equivalente al 19,2 por ciento del PIB regional.

En su informe de fiscalización se indica que se han detectado debilidades en las áreas de planificación y programación presupuestaria, entre las que destacan la ausencia de formalización de contratos programa entre las Consejerías y sus Entidades dependientes (a excepción de la Consejería de Salud), así como la falta de implantación de sistemas de evaluación de la gestión y políticas públicas.

En materia patrimonial, el desarrollo reglamentario de los criterios y directrices para la formación, actualización y valoración del Inventario General de Bienes y Derechos de la Comunidad y la creación de una nueva plataforma informática, en fase de implantación, ha permitido en el ejercicio 2017 el cálculo y registro de las dotaciones de amortización de las construcciones, así como facilitar la conciliación del citado inventario con el sistema contable.

No obstante, “se mantienen carencias y deficiencias motivadas principalmente por la falta de integración en aquella del resto de bienes y derechos de la Comunidad”. Por lo que se refiere a la gestión subvencional, el 75 por ciento de las Consejerías no contaban con manuales de procedimiento para la gestión de las líneas de subvención y ninguna Consejería disponía de sistemas que permitieran detectar la posible prescripción del derecho de la Administración a reconocer o liquidar el reintegro de las subvenciones, ni comunicaba periódicamente a la Intervención General de la CAR información de los reintegros iniciados y de su situación.

Liquidación presupuestaria

Además, se señala que la liquidación presupuestaria del ejercicio 2017 presentó un grado de ejecución de los gastos del 91 por ciento y un grado de liquidación de los ingresos del 93 por ciento. En la fiscalización se ha detectado “la existencia de gastos devengados en el ejercicio corriente y anteriores no registrados, en su mayor parte gastos sanitarios y farmacéuticos del Servicio Riojano de Salud (SERIS), por un importe de 14 millones de euros, cuya imputación al presupuesto de 2018 fue autorizada por el Consejero de Hacienda y el Consejo de Gobierno, al amparo de lo establecido en el artículo 35 de la Ley de Hacienda Pública de La Rioja”.

El remanente de tesorería de la Administración de la Comunidad, a 31 de diciembre de 2017, presentó un saldo negativo de 149 millones de euros que no reflejaba la verdadera situación financiera a corto plazo de la Administración General de la Comunidad, encontrándose sobrevalorado, al menos, en un importe de 21 millones de euros, como consecuencia, principalmente, de la falta de registro de los saldos deudores de dudoso cobro.

También la existencia de bienes cedidos por la Administración General de la Comunidad a terceros por valor de 33 millones de euros que no habían sido objeto de adecuada contabilización, así como de bienes transferidos por la Administración del Estado a la Comunidad por 43 millones de euros, que tampoco habían sido contabilizados.

Además, la infravaloración de la dotación a la provisión por deudores de dudoso cobro en, al menos, 22 millones de euros; la sobrevaloración en 44 millones de euros del saldo de la rúbrica de inmovilizado financiero por participación en sociedades mercantiles, al no haberse dotado las oportunas provisiones por la depreciación del valor registrado de las participaciones en las sociedades Valdezcaray, S.A. y La Rioja Turismo, S.A.U; así como la falta de contabilización de la deuda contraída con la Administración General del Estado como consecuencia de las liquidaciones negativas del sistema de financiación correspondiente a los ejercicios 2008 y 2009, la cual ascendía, al cierre del ejercicio 2017, a 138 millones de euros.

Por otra parte, el Informe recoge que el periodo medio de pago global a proveedores del sector administrativo se ha situado en 2017 por debajo del plazo máximo de 30 días marcado en la normativa de morosidad.

La carga financiera de la deuda crediticia pública ha respetado en el ejercicio fiscalizado el límite del 25% establecidos en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas, al alcanzar a 31 de diciembre de 2017 el 19,8%.

Retraso en la justificación de subvenciones

El retraso en las actuaciones de comprobación de la justificación de las ayudas y subvenciones concedidas por la Comunidad desde 2007 para la formación profesional para el empleo, motivado entre otros motivos por las diferencias de interpretación respecto a la determinación del plazo de prescripción, ha dado lugar a la declaración por parte de esta Administración de la prescripción del derecho a liquidar el crédito a su favor y por ende a exigir el reintegro de un total de 9,8 millones de euros.

En la gestión sanitaria, se mantiene la recurrente situación deficitaria de las fundaciones Hospital de Calahorra y Rioja Salud, determinada por el déficit de las dotaciones presupuestarias respecto al gasto realmente incurrido. Asimismo, en la evaluación del III Plan de Salud de La Rioja correspondiente al periodo 2015-2019 se ha puesto de manifiesto que los indicadores de los objetivos se han dirigido a medir, en muchos casos, actividades o procesos en vez de resultados y han adolecido de carencias en la toma de datos y explotación automática de los mismos, especialmente en la actividad clínica diaria.

Por otra parte, en relación con los procedimientos de contratación de personal de la FHC cabe señalar que la misma no ha dispuesto en el periodo fiscalizado de una relación de puestos de trabajo en la que se definan las características esenciales de cada puesto, especificando las funciones y responsabilidades inherentes al mismo. Asimismo, el Convenio Colectivo aprobado para el periodo 2008-2011 no ha sido renovado, presentando rigideces que restan flexibilidad y eficiencia en la gestión de los procesos de selección y contratación de personal.

A su vez, la existencia de dos sistemas de gestión de la asistencia sanitaria en la Comunidad, por un lado la FHC y por otro el SERIS, con diferentes singularidades en materia de personal, ha planteado demandas organizativas para la integración del personal de la FHC en el SERIS que, en cualquier caso, deberían someterse a los principios de igualdad, mérito y capacidad en el acceso y en la promoción profesional establecidos en el Estatuto Básico del Empleado Público.

En materia educativa, la Administración de la Comunidad no ha contado con un plan director de infraestructuras educativas, ni se han establecido criterios para determinar si las inversiones debían realizarse directamente por la Comunidad o a través de transferencias por las entidades locales en las que residen los centros.

La información en materia de publicidad activa reflejada por la Administración General de la Comunidad en su Portal de Transparencia ha cumplido en términos generales con las premisas establecidas en la Ley de Transparencia y Buen Gobierno de La Rioja.

Por lo que se refiere a la gestión medioambiental, no se han articulado procedimientos de coordinación e intercambio de información entre los órganos sustantivos y el órgano ambiental.

Finalmente, en el seguimiento de las recomendaciones puestas de manifiesto en los informes de fiscalización de ejercicios precedentes, se aprecian avances en materia de planificación presupuestaria y en el contenido y seguimiento de los planes estratégicos de subvenciones.