El Juzgado Penal Dos de Logroño ha condenado a una chica a un año de prisión y a pagar una multa de 2.160 euros por un delito de descubrimiento de secretos, por acceder a los correos electrónicos de dos personas y cambiar las contraseñas para mandar fotos y mensajes “obscenos”.
La sentencia detalla que esta joven de 28 años, vecina de una localidad de La Rioja Baja y que se encontraba en “una crisis familiar”, entró en las cuentas de correo electrónico de dos personas desde los ordenadores de la empresa de su padre.
La acusada cambió las claves de acceso y utilizó estas cuentas durante ocho meses.
Así, en una ocasión le envió un correo electrónico con imágenes “obscenas y groseras” al suegro de la propietaria de una de las cuentas de correo electrónico, “con intención de causar desavenencias y humillaciones en su entorno familiar”.