Son muchas las niñas que antes de haber alcanzado los 15 años, son entregadas como esposas a hombres que les doblan la edad. Este cambio en la vida de las pequeñas es algo para lo que su cuerpo y su mente, en la mayoría de las ocasiones, no están preparados.
Este fue el caso de la joven yemení, Fawziya Youssef, que fue obligada a casarse con un hombre que le duplicaba la edad y con quien iba a tener un hijo con apenas 12 años. El parto fue demasiado duro para la niña y, tras tres días de sufrimiento, Fawziya y su bebé murieron.
La comunidad internacional ha quedado impactada por este suceso y las primeras denuncias ya están llegando. Este es el caso de la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF , quien da la voz de alarma por estos hechos a través de su directora, Ann Veneman.“Los matrimonios infantiles violan los derechos de la infancia del modo más deplorable. Cuánto más joven es la niña al quedar embarazada, mayor es el riesgo para su salud y la de su hijo. Las niñas que dan a luz antes de los 15 años tienen cinco veces más probabilidades de morir en el parto que las mujeres que tienen 20”, ha declarado Veneman.
“El matrimonio infantil deniega a las niñas su infancia, les priva de una educación y les arrebata su inocencia”, subraya la directora de UNICEF ante esta práctica frecuente en muchos países.
Desde el organismo de Naciones Unidas se pide poner fin a los matrimonios infantiles en todo el mundo. “Tragedias como ésta subrayan la necesidad urgente de proteger mejor los derechos de las mujeres y niños, y en particular de las niñas. Los matrimonios infantiles son a menudo el resultado de la pobreza y la ignorancia. Tenemos que hacer más esfuerzos para tratar las causas subyacentes con el fin de prevenir muertes trágicas como las de Fawziya y su bebé”, ha insistido Veneman.