“Acudo a solicitar su confianza no sólo para formar un gobierno y presidirlo, sino para impulsar una clara idea de España”. Con esta idea arrancó José Luis Rodríguez Zapatero su discurso de investidura ante el Congreso de los Diputados. En total, una hora y 18 minutos de intervención en la que esa idea “clara” de España sólo fue una introducción: “un país próspero y a la vez decente; un país eficiente; un país unido y diverso; un país comprometido con la causa de la paz y en la lucha contra el cambio climático y la pobreza”. Entre los asuntos más destacados, la mano tendida a la Cámara para realizar una reforma especialmente urgente de la Justicia, y el compromiso de convocar hasta tres conferencias de presidentes: sobre violencia de género, sobre educación y sobre cambio climático.
Si Zapatero centró, como no podía ser de otra forma, toda la primera parte de su discurso en torno a la situación económica la lucha contra la violencia de género abrió el bloque dedicado a las políticas sociales. “La igualdad debe ser una seña de identidad de la España sólida y cohesionada”, aseveró el candidato, que anunció la presentación de una ley integral de igualdad de trato, “que elimine la discriminación en todos los ámbitos y por cualquier motivo”, un compromiso que ya expresó durante la campaña electoral, y su intención de luchar contra cualquier tipo de discriminación por orientación sexual, discapacidad y razones ideológicas o religiosas.
Zapatero abogó mejorar la detección temprana y la prevención de los casos de violencia de género. “Cualquier cobarde que levante la mano a una mujer deberá saber que no tiene delante a un ser desprotegido, sino a 44 millones de personas dispuestas a plantarle cara”, sentenció el candidato, que anunció que en la primera Conferencia de Presidentes Autonómicos de esta nueva Legislatura servirá para abordar esta lacra, que, según consideró, “a largo plazo” exige trabajar en la igualdad de nuestra sociedad, tanto en el empleo, como en la familia, para que nadie se vea “obligado a elegir entre un empleo o un hijo”.
El candidato señaló la inmigración “ordenada y regulada” como “una oportunidad” para España, pues el trabajo de los inmigrantes “juega un papel fundamental en el crecimiento económico y la sostenibilidad del modelo social”. Así, Zapatero anunció que su Gobierno buscará “el acuerdo”, tanto para mejorar la entrada de la inmigración, como para reclamar y obtener “la solidaridad” europea. En esta línea, prometió medidas para mejorar la calidad de vida de los inmigrantes, con microcréditos o la capitalización de la prestación del desempleo, pero sin que el español “se vea privado de cualquier derecho o ayuda social por la llegada de inmigrantes”.
MODERNIZACIÓN DE LA JUSTICIA
A continuación, y tras enmarcar en su “idea de España” una administración pública debe ser “atenta, eficiente y ágil”, Zapatero anunció que se abordará una reforma de la Administración “que estimule su capacidad de respuesta”. Sin embargo, el objetivo “crucial e inaplazable” es la reforma de la Justicia, pues nada puede prevalecer “sobre el clamor de los ciudadanos, que piden una Justicia ágil, transparente y responsable”. Como ya adelantó el PSOE la semana pasada, la renovación del Consejo General del Poder Judicial será la prioridad de momento, ya que es el órgano de gobierno de los jueces y no el “escenario de una confrontación partidista”, señaló Zapatero.
“Debemos evitar que se produzcan situaciones de bloqueo institucional como la que hemos vivido”, continuó el candidato, que anunció “como remedio excepcional”, que se asegurará “el cese efectivo del CGPJ cuando concluya su mandato”. Dentro de esta reforma Zapatero situó el desarrollo de los consejos de Justicia de las comunidades, la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Oficina Judicial, la modificación de la Ley de Planta y Demarcación, el fortalecimiento de los tribunales superiores de justicia y mayores inversiones “en un ambicioso Plan de Nuevas Tecnologías que facilitará trámites y notificaciones”, entre otras cosas.
“Tengo una idea clara y en esa idea no caben fallos judiciales clamorosos”, dijo Zapatero tras referirse al 'caso Mari Luz' y tender una mano a los partidos para la “colaboración leal” en la modernización de la Justicia. Además, Zapatero afirmó que su Gobierno propondrá una Estrategia Nacional de Seguridad y, frente a catástrofes naturales, impulsará una nueva Ley de Protección Civil que canalice la solidaridad entre administraciones, porque “no hay lugar para las disputas ni disquisiciones por competencias en medio de una emergencia”.
LA UNIDAD Y EUROPA
“La España en la que creo, la España que defiendo, es un país unido por su pasado, pero sobre todo unido por su futuro. En mi idea de España nadie tiene más derechos que otro por nacer en uno u otro lugar, pero tampoco nadie ve amenazada su identidad ni existe una forma única y obligatoria de ser y sentirse español”, proclamó Zapatero tras ofrecer a los partidos un nuevo acuerdo contra ETA que incluya a “todos los grupos parlamentarios”. Después de comprometerse a “la aplicación y desarrollo” de todos los estatutos de autonomía “en un marco de respeto, diálogo y cooperación institucionales” el candidato prometió impulsar la Conferencia de Presidentes.
Así, se comprometió a convocar un mínimo de tres conferencias de Presidentes esta legislatura, además de la mencionada, la de “mejora de nuestro sistema educativo” y la de “lucha contra los efectos del cambio climático”. También se refirió a la necesidad de abordar la reforma de la financiación autonómica, para la que el Gobierno partirá “de algunos principios esenciales”: garantizar “la nivelación de la educación, sanidad y servicios sociales básicos en toda España”; y asegurar “la suficiencia financiera de las comunidades” cediendo impuestos, “pero también del Estado”, que mantendrá “el 50% del gasto público” y tendrá en exclusiva el Impuesto de Sociedades.
“Mi idea de España es la de un país inequívocamente europeísta. Puente de Europa con Iberoamérica. Defensor de la paz y la solución multilateral de los conflictos. Solidario y generoso en la lucha contra la pobreza”, dijo Zapatero, que consideró la Presidencia de la UE en el primer semestre de 2010 como “una oportunidad única para demostrar nuestro compromiso con el proyecto europeo”. “Queremos que Europa gane peso e influencia en la escena internacional”, sentenció, señalando su intención de abrir con EE.UU. “un nuevo capítulo nuevo en nuestras relaciones” y consolidar al África Subsahariana “como nuevo eje de nuestra acción exterior”.
LA LABOR DE LA OPOSICIÓN
Para responder a los retos del futuro, Zapatero apostó claramente por un mayor esfuerzo en materia educativa, con mayores inversiones mejorando el nivel “en el dominio de la lengua, en la competencia matemática y en el conocimiento del inglés” y aumentando el número de becas. “Esa es mi idea de España: un país volcado en la educación de sus jóvenes, volcado en la investigación abierto a la innovación”, aseguró, tras compometerse a incrementar la inversión en I+D+i.
“Inicio mi acción de Gobierno con la voluntad de ofrecer y lograr un clima político sereno caracterizado por la voluntad de diálogo y consenso”, dijo Zapatero, al tiempo que se dirigió a Rajoy: “Es muy deseable que la oposición contribuya en los asuntos de Estado al logro de los grandes afanes colectivos”, remachó el candidato socialista, que en su exposición de retos para el futuro concluyó: “no niego que las dificultades existen, lo que sí afirmo es que seremos capaces de afrontar con éxito los contratiempos”.