La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se mostraba a finales de 2009 comprensiva con el entonces presidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán. Cospedal aseguraba que había que separar la labor del empresario como tal -“que como muchos otros, lo está pasando mal y la culpa no se puede echar siempre sobre una persona”- y la de la presidencia de la CEOE. El día anterior, Díaz Ferrán había decretado la muerte de su aerolína Air Comet y dejado en tierra a miles de pasajeros pocos días antes de Navidad. Hoy, está en la cárcel acusado de vaciar el Grupo Marsans para no pagar a los acreedores.