La Inspección de Trabajo constata que Metro de Madrid incumplió las normas de seguridad con los trabajadores expuestos al amianto
La Inspección de Trabajo constata que Metro de Madrid ha incumplido las normas mínimas de seguridad aplicables a los empleados con riesgo de exposición a amianto en su puesto de trabajo. Según un requerimiento fechado en 21 de diciembre de 2017, al que ha tenido acceso eldiario.es, la empresa pública no garantizó una “vigilancia adecuada y específica de la salud de los trabajadores” con posibilidad de exponerse a la sustancia y que es obligatoria por ley desde 2006 tanto “antes de iniciar los trabajos” como después “periódicamente”.
Ahora, Metro debe determinar por orden de la Inspección la relación de puestos de trabajo posiblemente expuestos a este peligro y un listado, con nombres y apellidos, de los que “estén o hayan estado” ocupándolos antes. Además, la empresa tiene que comunicar a los empleados esta nueva condición y las medidas de seguridad que van a tomarse a partir de ahora.
La Inspección aclara que este proceso, que incluye plazos concretos obligatorios para la empresa, “es compatible con las actas de infracción que por los mismos hechos pudieran practicarse, dado que los mismos constituyen infracciones a la vigente normativa sobre prevención de riesgos laborales”.
De momento la empresa va a llamar a 800 trabajadores a un reconocimiento médico para descartar asbestosis por inhalación de fibras de amianto, una enfermedad reconocida como profesional y asociada directamente a la exposición a esta sustancia cancerígena. Este personal incluye empleados también de contratas, según los sindicatos. Unas 500 personas han pasado ya por estas pruebas, dicen las mismas fuentes. Además, el Instituto Regional de Salud está localizando a personas que actualmente no siguen en la empresa pero que pudieron estar en riesgo.
El informe de Empleo recoge que este tema empezó a tratarse en el Comité de Seguridad y Salud de Metro a raíz de un “incidente en los trabajos de la subestación de Artilleros y posterior baja por posible asbestosis de un trabajador que realizaba trabajos en mantenimiento de escaleras mecánicas y baja por enfermedad profesional de un trabajador de mantenimiento de ciclo corto”. Son los dos casos sobre los que advierten los sindicatos, uno reconocido y otro aún no.
La Inspección también constata que en junio de 2017 se llevaron a cabo “44 protocolos médicos a trabajadores de grupos activos que han podido estar expuestos a amianto” y que Metro vigiló la exposición de dos empleados que trabajaban con el que ha sido diagnosticado de cáncer por este motivo.
Los sindicatos denuncian que hasta que Metro no conoció el primer caso de enfermedad profesional “no hubo ni formación ni información ni nada”. “Ha tenido que pasar esto para que se desatara todo”, critica Teo Piñuelas, secretario general de Metro de UGT. CCOO, por su parte, asegura que hasta hace unos meses “la mayoría de gente no tenía conciencia de prevención”. “No se había hecho ninguna campaña. No se había advertido. La actuación ha sido a posteriori, no preventiva, pese a que venimos advirtiendo a la empresa que es un problema que hay que vigilar”, apunta José Ignacio Rodríguez.
El requerimiento de Trabajo obliga también a aprobar un “protocolo de trabajo con los riesgos y las medidas preventivas (individuales, colectivas, señalización, etc) a adoptar por estos trabajadores” y un “mapa de lugares” susceptibles de tener amianto. La empresa asimismo tiene que emitir un “certificado” cada vez que se elimine en su totalidad material de este tipo de alguna instalación y aprobar un “plan de formación e información específico de amianto”, como recoge el informe al que ha accedido este medio.
Instrucción para los trabajadores
El pasado fin de semana, la empresa hizo llegar a su plantilla por primera vez un protocolo con indicaciones sobre qué hacer ante la sospecha de encontrar este material. La instrucción, a la que ha accedido eldiario.es, confirma que puede estar en todas las instalaciones anteriores a 2003, año en que se prohibió su uso. El objetivo, dice la empresa, “es definir la sistemática a seguir ante la presencia de elementos susceptibles de contener materiales con amianto para evitar en todo momento la liberación y posible exposición a las fibras, que son peligrosas para la salud de las personas que las puedan inhalar”.
El documento incluye un listado de posibles lugares con fotografías, con especial atención a los materiales prohibidos más tardíamente, como el fibrocemento, presente en cubiertas, cañerías o depósitos de agua. El Área de Prevención de la empresa pública también advierte que “de modo general” en todas las estaciones anteriores a 2003 “pueden existir instalaciones, dependencias y equipos susceptibles de contener materiales con amianto” y muestra cómo debe señalizarse in situ como advertencia. La instrucción dice, en todo caso, que “para obtener una información más detallada” los trabajadores deberán consultar un registro de materiales que la Inspección obliga a Metro a elaborar
En el documento notificado a los empleados, la empresa concreta cuáles son los equipos de protección que deben usarse y da instrucciones detalladas de cómo hacerlo: “mascarilla autofiltrante, mono Tyvek y guantes de nitrilo”. La semana pasada, Metro hizo formaciones con los delegados de prevención para enseñarles a diferenciar por el color y el aspecto las pieza que puedan contener la sustancia, confirman los sindicatos. En este caso se hizo sobre unos componentes eléctricos de los bajos de los trenes.
Fuentes de Metro explicaron el viernes a eldiario.es que no se va a proceder a una “operación de desamiantado”, sino que se está intentando identificar las piezas que pueden tenerlo para estar alerta cuando haya que manipularlas “haciendo formación con los trabajadores”. En todo caso, las series de trenes afectados no se van a retirar de la circulación. Irán desechándose cuando “acabe su vida útil”.