El Ayuntamiento de Carmena, Fomento y BBVA sellan el acuerdo para la nueva Operación Chamartín
El Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Fomento y Distrito Castellana Norte (formada por BBVA y la constructora San José) han sellado el acuerdo definitivo 'Madrid Nuevo Norte', el proyecto impulsado por el Gobierno de Manuela Carmena para la Operación Chamartín. Con este acuerdo, se pone fin a 25 años de bloqueo para el desarrollo urbanístico de la zona septentrional de la capital en los distritos de Chamartín y Fuencarral-El Pardo.
Se trata del aterrizaje del primer preacuerdo alcanzado en julio de 2017, cuando las tres partes aceptaron la muerte del proyecto impulsado por los gobiernos municipales del PP, el último de Ana Botella, con el que se pretendía la construcción de casi 18.500 viviendas y 3.371.000 m2 de superficie edificable. Una vez enterrada la Operación Chamartín, el acuerdo alcanzado, adelantado ya el verano pasado, prevé finalmente la construcción de 10.510 viviendas y una edificabilidad de 2.662.500 m2.
Con este acuerdo también se desecha la apuesta inicial de Ahora Madrid, que se llamó 'Madrid Puerta Norte'. Este proyecto reducía los más de tres millones de metros cuadrados de suelo sobre el que realizar la operación inmobiliaria a la mitad y limitaba la cifra de viviendas a 4.600, de las que 1.000 serían protegidas.
El nuevo plan propone la construcción de unas 10.510 viviendas: 2.600 al sur de la M-30 y 7.910 al norte de esta vía. De ellas, un 20% serán protegidas, 2.100 aproximadamente, que se destinarán a la políticas públicas del Ayuntamiento, frente al 10% del total que exige la actual Ley del Suelo y que contemplaba el plan del año 2015 impulsado por el gobierno de Ana Botella. A estas se le añadirán otras calificadas como libres, en torno a 1.900, y que podrían destinarse a alquiler social a través de la EMVS. Esto se traduce en que el municipio dispondrá de unas 4.100 viviendas para desarrollar políticas públicas de vivienda. La edificabilidad residencial total en el conjunto de los ámbitos sur y norte de la M-30 se situará en 1.050.700 m2.
El uso mayoritario al sur de la M-30 será el terciario de oficinas (1.220.000 m2), muy vinculado a la propia estación de Chamartín, manteniendo la presencia complementaria de vivienda (260.000 m²). Al norte de la M-30, el uso mayoritario será residencial: 715.030 m² en Fuencarral-Malmea-Tres Olivos (7.150 viviendas) y 75.700 m² en la zona de las Tablas (757 viviendas); pero también contará con presencia localizada de actividad económica, 251.225 m² en la zona de Fuencarral-Malmea-Tres Olivos y 140.610 m² en la zona de Las Tablas.
Zonas verdes y trazado de calles
Desde el preacuerdo de julio de 2017 hasta el pacto anunciado este martes han pasado casi nueve meses. En este tiempo se han definido los detalles en lo referente al trazado de calles y zonas verdes, dónde irán las viviendas y dónde las oficinas, y la localización de los diferentes usos globales, como los equipamientos públicos o los espacios lucrativos. Una vez definido esto, será el Ayuntamiento de Ahora Madrid quien comience la vía administrativa y el encargado del planeamiento urbano, que en la Operación Chamartín recaía en el promotor Distrito Castellana Norte. Ahora será la administración pública la encargada de definirlo. Este acuerdo marca el inicio de tramitación de la modificación puntual del Plan General (MPG) y se prevé que llegue a Pleno en julio de este año.
Según ese plan, la Calle Mauricio Legendre se preservará de la circulación privada motorizada convirtiéndose en un eje especializado respecto de los paralelos por el oeste, Castellana, y este, Agustín de Foxá. Su tráfico se reducirá al mínimo posible, configurándose como el inicio de un eje verde que conecte desde la Plaza de Castilla hasta Fuencarral-Tres Olivos-San Roque donde los modos de movilidad alternativa (fundamentalmente bicicleta y a pie) serán los protagonistas, integrando, en su caso, el transporte público.
El parque lineal-Corredor verde sur-norte, que tiene su inicio en la Plaza de Castilla, continuará hacia el norte a través de los nuevos desarrollos conformando un pasillo verde que bordeará el Poblado de Absorción de Fuencarral, el propio casco histórico y Tres Olivos, y servirá de apoyo para el transporte en bicicleta y sendas a pie. Además, se propone la creación de un gran parque lineal equipado con canchas deportivas en la superficie y en contacto con la zona residencial existente en la zona de la calle Bambú. También se ha llegado a un acuerdo propuesta para conectar los barrios del distrito de Chamartín al Sur de M-30 y Fuencarral y Las Tablas al norte de M30, todo ello como soporte sustantivo de la movilidad peatonal y del transporte público.
Se cubrirán las vías en la colonia Virgen de Begoña. De esta manera se ampliará la superficie de vías de ferrocarril a cubrir con respecto a otras propuestas anteriores de tal forma que la zona norte de la colonia Virgen de Begoña se cubra con una losa para eliminar así la fractura que hoy suponen las vías. Se creará un área verde sobre la losa de cubierto y se localizarán espacios para equipamientos en su proximidad. Este espacio tendrá continuidad a través del corredor verde Sur-Norte propuesto.
Dos décadas paralizado
La urbanización del norte de Madrid es un asunto que arrancó hace ya 23 años. El plan consistía en soterrar las vías de tren de de la zona norte de Madrid –los que salen de la estación de Chamartín– y urbanizar esos terrenos con zonas de viviendas, oficinas y una nueva zona financiera con un rascacielos de 70 plantas, que sería el más grande de Europa. Con las plusvalías generadas con los terrenos, estaba previsto pagar gran parte de los gastos de la ampliación del metro, el soterramiento del tren y dos nuevos nudos de tráfico.