El Atlético de Madrid no podrá mudarse al nuevo estadio de la Peineta -que pasará a denominarse Wanda Metropolitano- para la temporada 2017/2018 si antes de septiembre no están finalizadas las primeras obras de acceso a la infraestructura. Se trata de una salida directa a la zona desde la A-2, otra desde la M-40 y una ampliación de un carril desde la M-40, ya pactados con el Ministerio de Fomento.
El director general de Espacio Público, Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Infanzón, ha explicado que los accesos tendrán que estar operativos “en el momento de la puesta en funcionamiento del estadio”.
Otro paquete de infraestructuras tendrá que realizarse posteriormente al inicio de la temporada, como la salida directa desde la M-40 hasta la avenida de Luis Aragonés y una prolongación de la vía de servicios de la M-40 para conectarla con la M-14 y la M-21.
El área de Urbanismo Sostenible del Ayuntamiento presentó en noviembre del pasado año el Plan de Movilidad de La Peineta ante el previsible aumento del volumen de visitantes. El nuevo estadio tendrá mayor aforo que el Vicente Calderón: el Wanda Metropolitano contará con unas 12.000 localidades más; de las 56.000 que abarca el actual estadio a las aproximadamente 68.000.
En el Plan también se detallaba una actuación para, entre otras cuestiones, promover el uso del transporte público y vehículos sostenibles, fomentar que los coches sean compartidos y organizar rutas de acceso los días de partido.
El concejal de Urbanismo de Ahora Madrid, José Manuel Calvo, reconocía ya en noviembre que era muy difícil que el Plan se terminase antes del traslado del club: “No podemos engañarnos, los primeros años habrá problemas de movilidad en La Peineta”.