Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Ayuso afirma que la manifestación “no fue por la sanidad pública sino para buscar un nuevo liderazgo de ultraizquierda”

David Noriega

14 de noviembre de 2022 10:51 h

143

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha insistido este lunes en deslegitimar la protesta de este domingo en defensa de la sanidad pública.  “No fue en defensa de la sanidad pública, sino para buscar un nuevo liderazgo de ultraizquierda en la Comunidad, debido a la debacle que va a sufrir el Partido Socialista”, ha afirmado Ayuso, que ha señalado que “si fuera por la sanidad pública, hubiesen acudido dos millones de madrileños”.

Durante su intervención en un acto del Club Siglo XXI, en la que Ayuso ha utilizado a Miguel Ángel Blanco y el “espíritu de Ermua” contra Pedro Sánchez y en la que ha cargado contra el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, la presidenta madrileña ha acusado a la izquierda de utilizar la sanidad pública para “llegar al poder a través de la agitación y el juego sucio”. “Lo que está pasando en Madrid no tiene nada que ver con el derecho de todos los profesionales a reclamar derechos laborales”, dijo sin mencionar inicialmente la multitudinaria manifestación que recorrió este domingo las calles de Madrid. “Si los activistas de la izquierda acudieran a nuestros hospitales, a lo mejor habría menos demagogia”, aseguró antes de acusar de una “estrategia desestabilizadora de una izquierda irresponsable”.  

Pese a que desde el Ejecutivo madrileño se deslizó en las últimas semanas que los profesionales habían hecho un boicot contra la reapertura de las urgencias, la presidenta madrileña ha dicho este lunes que “siempre” estará “dispuesta a escuchar a los médicos y enfermeros” para “intentar mejorar sus condiciones”. No obstante, ha minimizado la protesta asegurando que “el activismo de izquierdas trata de confundir a la opinión pública diciendo que un Centro Sanitario 24 horas debe funcionar como un pequeño hospital; o cuando meten miedo diciendo que la videoconferencia sustituye a un médico de urgencias, haciendo eslóganes desde la falsedad”.

Ayuso, ha reconocido, eso sí, la transversalidad de la manifestación de este domingo. Aunque lo ha hecho como un demérito, más que como una virtud. “Si fuera por la sanidad pública, hubiesen acudido dos millones de madrileños” dijo. “Fue otra cosa donde se mezclaron varios colectivos”, alegó para señalar que cuando hay una manifestación de otros sectores, solo acuden profesionales de esos sectores. “De ahí se desprende que el porcentaje era muy diferente y eso también nos tiene que hacer pensar qué le está ocurriendo al PSOE en Madrid, que montó una manifestación contra el PP y se la entregó a Más Madrid”, dijo para acusar a los socialistas de dar “un giro a la ultraizquierda” en manos “de una escisión de Podemos”.

La manifestación reunió en la capital a unas 200.000 personas, según la delegación del Gobierno. Los organizadores elevaron la cifra a 670.000 asistentes pero, pese a la evidencia de las imágenes, desde el PP de Madrid se apresuraron a tildar la marcha de “fracaso”. El portavoz popular en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, defendió esa misma tarde que “el 99% de los madrileños no la apoyó”.

La presidenta ha evitado este lunes mencionar la palabra “fracaso”. Segundos antes de acusar a la “ultraizquierda” de promover la marcha y decir que no era por la sanidad pública, mostró su “respeto a los manifestantes”. “Madrid es un lugar de libertad, donde tienen cabida todas las manifestaciones legales”, afirmó.

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, seguía este mismo domingo instalado en el relato que llevan repitiendo desde el Gobierno regional desde hace días: que es una protesta política, “jaleada” por Más Madrid. “El PP superó en votos a toda la izquierda junta”, dijo, y eso “te legitima para poder gobernar y llevar las políticas sociales de nuestra región”.

El argumentario no es nuevo. Es el mismo que lleva utilizando Ayuso desde el inicio del conflicto. Desde el Ejecutivo madrileño se comenzó deslizando la idea de que había un boicot de los profesionales sanitario. El siguiente paso fue asegurar que el sindicato médico mayoritario estaba al servicio de la líder de la oposición, Mónica García. El jueves, en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea, la presidenta minimizó la protesta: “¿34 médicos dan para una huelga, un boicot y manifestaciones? ¿Ya estamos con el ‘no a la guerra’?”.

La protesta del domingo demostró que las críticas no son cuestión de 34 médicos. Los asistente reclamaron que se reabrieran las urgencias extrahospitalarias cerradas durante la pandemia en las mismas condiciones que estaban a principios de marzo de 2020, que no se desmembrase la atención continuada en las zonas rurales, que se redujera las listas de espera o que no haya que esperar 15 días para una cita en el centro de salud.

Lejos de hacer autocrítica, Escudero ha señalado que las manifestaciones “no hacen que se elijan los gobiernos” y que, la de este fin de semana, no tendrá “consecuencias políticas” ni hará que cambien los planes de la Consejería. Una afirmación que debe aterrizarse en la realidad, habida cuenta de que la Comunidad ha puesto sobre la mesa cinco planes para la reorganización de las urgencias extrahospitalarias desde junio.

El último, trasladado a los sindicatos presentes en la Mesa Sectorial este viernes, pasaba por mantener 49 centros con personal médico, otros 29 con enfermería y apoyo de videollamada y entre 10 y 12 solo con enfermería, según trasladó el sindicato Amyts, que defiende que todos los servicios abiertos cuenten con médico, algo a lo que se había comprometido inicialmente la propia presidenta Ayuso. Esta organización es la que mantiene la convocatoria de huelga indefinida de los profesionales afectados por el plan, que cumple una semana y para la que la Comunidad ha decretado servicios mínimos del 100%.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, defendió que “son legítimas las protestas, pero es criticable la politización que se hace de esa aspiración de mejorar la sanidad” y señaló a los “sospechosos habituales como Podemos, Más Madrid, CCOO...”, en una entrevista en TVE, recogida por Europa Press. Precisamente, Comisiones Obreras es uno de los sindicatos que se descolgaron de la convocatoria de huelga tras un pacto con la Consejería de Sanidad madrileña que, apenas unos días después dijeron que la administración había incumplido y se descolgaron del acuerdo.

Etiquetas
stats