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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los presupuestos clandestinos de Ayuso y Aguado

Son los primeros presupuestos en año y medio del Gobierno de coalición. Isabel Díaz Ayuso (PP) e Ignacio Aguado (Ciudadanos) anunciaron el acuerdo por sorpresa hace nueve días en un acto solemne que no figuraba en la agenda de la Comunidad de Madrid. No dieron cifras ni detalles, pero oficializaron un acuerdo que no había sido posible en los primeros 18 meses de legislatura. Semana y media después de aquel anuncio, esas cuentas siguen siendo secretas.

Ni los medios de comunicación ni sus otros socios de coalición, Vox, ni tampoco la oposición han tenido acceso todavía al proyecto de presupuesto que emanó de un acuerdo entre PP y Ciudadanos que tardó en llegar por discrepancias entre ambas formaciones. Ayuso ya había tenido que prorrogar un año más las cuentas de 2019 –las últimas aprobadas por el entonces presidente autonómico Ángel Garrido, hoy consejero del Gobierno regional en las filas de Ciudadanos–, pero el 25 de enero de este año la presidenta madrileña y su vicepresidente comparecieron para informar de que habían llegado a un consenso. Los detalles siguen siendo una incógnita. Ni Ayuso ni Aguado quisieron precisar ese día ni los siguientes hasta hoy aspectos básicos del mismo como el montante global de las cuentas, sus principales partidas o la previsión de ingresos y gastos. Lo justificaron argumentando que el socio preferente, Vox, tenía que ser el primero en conocer los pormenores de las cuentas. A juzgar por las palabras de sus portavoces, tampoco la formación de extrema derecha los conoce aún.

El partido que en Madrid lidera Rocío Monasterio dice no haber recibido a día de hoy ningún borrador con el que comenzar las negociaciones. Aquel mismo 25 de enero, Ayuso y Aguado se reunieron con Monasterio, en un encuentro al que también se unió el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty. “En ella me informaron de que había un borrador”, dijo Monasterio al día siguiente. “Esperemos que en los próximos días nos lo presenten”, añadió. Ese borrador aún no ha llegado.

Este martes, el diputado de Vox, Íñigo Henríquez de Luna, que sustituyó a Monasterio –de campaña por Catalunya– en la habitual rueda de prensa de portavoces parlamentarios, insistía: “Pedimos que nos mande toda la información para poder valorar ese proyecto que dicen que tienen”. Fuentes del partido de Santiago Abascal sostienen que “no ha cambiado nada” desde hace una semana y recuerdan la petición de Monasterio de reunirse en un bar a las 21 horas para valorar el proyecto que aún no ha sido entregado.

Las negociaciones por tanto siguen congeladas entre los tres socios a la espera de que el Gobierno envíe a Vox un proyecto de las cuentas. No es la versión que este miércoles el vicepresidente y portavoz regional, Ignacio Aguado, ofrecía en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Aguado aseguraba que ya se han producido varios encuentros con la formación ultraconservadora y añadía que esperan “cuanto antes” sus propuestas. El dirigente de Ciudadanos –que ya acepta sin reticencias el apoyo de los de Abascal– evitaba llamarlo borrador y afirmaba que “Vox cuenta ya con toda la información”.

“Llevamos ya una semana en conversaciones, intentando acercar posturas, tienen nuestro acuerdo”, insistía, a la vez que urgía a cerrar “cuanto antes” un pacto para los presupuestos de 2021. “Por la urgencia y la excepcionalidad, no podemos perder mucho más tiempo. Hay que llevar el proyecto a la Asamblea lo antes posible”, reiteró Aguado dirigiéndose a Vox. “Esperamos una propuesta formal a poder ser esta semana, cada día que pasa sin tener presupuestos es un día perdido para ayudar a miles de familias y a miles de empresas”. “Necesitamos lanzar el salvavidas cuanto antes para que la situación de vulnerabilidad no sea irreversible”, se explayó Aguado.

En privado, dirigentes de PP y Ciudadanos reconocen que la estrategia pasa por presionar a Vox para que apoye las cuentas sin demasiadas condiciones acogiéndose a la urgencia del momento. Deben ser los presupuestos que empiecen a abordar la reconstrucción tras un año de crisis sanitaria que ha derivado en una económica. También tienen que ser las cuentas que opten a la financiación de los fondos europeos. La urgencia no es poca, aunque fueron los socios de Gobierno los que esperaron hasta finales de enero para sellar la paz interna que les permitiera abrir las negociaciones al resto de formaciones.

En la formación de Santiago Abascal insisten en que “no tiene prisa” y que cuando reciban el acuerdo de la coalición lo estudiarán “partida a partida”. De momento, el reloj sigue corriendo. Y los tiempos parlamentarios son inamovibles. Aunque Vox aceptase el proyecto sin alargar demasiado la negociación, no entrarían en vigor hasta por lo menos finales de marzo.

“Si en Vox se ponen muy pesados, el Gobierno puede acabar presentando un borrador en la Asamblea para que se retracten, que le digan a la gente en un momento de emergencia como este que no los quieren apoyar”, dice un dirigente de Ciudadanos a este diario. La estrategia, de momento, no asusta a Vox, que insiste en que hasta que no haya un borrador a ellos no se les puede achacar falta de voluntad para sacar las cuentas adelante.

Algunos consejeros reconocen en privado su preocupación por que el acuerdo no llegue hasta verano: “Será imposible ejecutar un presupuesto con la situación actual de por medio en apenas seis meses. Es una locura”, asegura un miembro del Consejo de Gobierno.

Aguado insistía este miércoles en no dar más detalles de las cuentas argumentando que no quieren “confundir a los ciudadanos”. “El acuerdo no está cerrado con Vox y pueden variar arriba o abajo algunas cifras, pero cuando tengamos el acuerdo cerrado les aseguro que haremos una presentación oficial del presupuesto y ahí sí daremos detalles de sus cifras concretas como siempre hemos hecho”, explicó el vicepresidente.

Mientras, se van conociendo algunos detalles de la mano de la presidenta madrileña, promesas que Ayuso lanza en sus reuniones con los sectores a los que está viendo estos días. La dirigente del PP anunció este miércoles que incluirá una asignación presupuestaria con “un incremento histórico jamás visto en la región” de más de un 12% para la Cultura y el Turismo, consejería que depende de Ciudadanos. En este caso, no se le ha preguntado a Vox, que insiste en que sigue esperando un proyecto de presupuestos con el que sentarse a negociar.