La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, continúa con su ofensiva contra los cierres perimetrales de las comunidades autónomas en Semana Santa que pretenden evitar un repunte de los contagios. La mayoría de los gobiernos regionales y el Ministerio de Sanidad pactaban el pasado jueves el cierre perimetral de sus territorios, así como medidas de aforo y toque de queda en la comisión de Salud Pública, un acuerdo que tendrá que ser refrendado la próxima semana en el Consejo Interterritorial de Salud. Madrid votó en contra. Este lunes, Ayuso insistía en los reproches a esta decisión que calificaba de “paternalista”. “Me repugna”, ha asegurado.
“Ese paternalismo de es por tu bien, a mí me repugna porque es falso. Es falta de previsión política y de estudio de medios”, ha asegurado la presidenta madrileña en un acto por el Día internacional de la Mujer organizado por Thinking Heads. La presidenta madrileña considera que si los ciudadanos cumplen las normas, “no hay por qué cerrar las cosas” y “no tienen que pagar justos por pecadores”. La Policía municipal de Madrid ha desmantelado este fin de semana más de 400 fiestas ilegales en la capital.
La Semana Santa ha reabierto el debate en todo el territorio nacional sobre la necesidad de tomar medidas en conjunto para evitar un repunte de los contagios por la posibilidad de desplazamientos masivos. En el imaginario colectivo, las recientes fiestas navideñas, que trajeron una tercera ola tras la relajación de las medidas con consecuencias catastróficas por los centenares de fallecidos que ha dejado.
“No puede ser que el sector público arremeta contra el privado sin informes... y bueno, yo ya te llegaré y te subvencionaré. La gente tiene dignidad, la gente no quiere que les cierres sus negocios, que les cortes su vida y luego les des algo. La gente tiene su proyecto, su empresa”, ha defendido la presidenta regional.
Ayuso ha continuado sus ataques asegurando que lo que quiere el gobierno es dar subvenciones. “Unos delegan en otros que les arreglen la vida y al final tienen que ser cuatro desde arriba, no me gusta coger el concepto de empoderamiento, pero así es, y deciden con un mes de antelación que hay que cerrar todo”, ha lamentado a la vez que se ha quejado que se tome la decisión sin saber cuáles van a ser los datos de evolución de la pandemia dentro de quince días.
El Gobierno regional alega ahora el que cerrar Madrid en Semana Santa multiplicaría los contagios por la movilidad interna. “La movilidad de siete millones de personas en una única provincia genera excesivo contacto social”. Madrid es la región con menos restricciones del país y la que tiene medidas más laxas en los comercios y, sobre todo, la hostelería.
Dicho de otro modo, el Gobierno de Madrid admite que si sus habitantes no pueden salir a otras comunidades, con las medidas que ha permitido la coalición presidida por Ayuso, aumenta el riesgo de contagios. ¿Solución? Permitir el turismo de los madrileños hacia otras zonas no solo con menos densidad de población, sino también con medidas más restrictivas.