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El Ayuntamiento de Madrid, decidido a romper con la gestión cultural de Ana Botella pese a las críticas de la oposición

La alcaldesa Manuela Carmena con la directora del teatro Español.

Sofía Pérez Mendoza / Fátima Caballero

El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado el proceso para terminar de dar la estocada al modelo de gestión cultural de la exalcaldesa Ana Botella y no tiene intención de dar marcha atrás, pese a las críticas ya expresadas por el PSOE y puestas sobre el papel en su propuesta para anular la salida a concurso de la dirección de los seis grandes centros culturales de la capital que se debate este martes en el Pleno y será apoyada por PP y Ciudadanos.

Los concursos ya están en marcha, aducen fuentes del área de Cultura, que no ocultan su sorpresa tras conocer que los socialistas llevan este rechazo formalmente al Pleno. “El PSOE pidió a finales de 2016 que se sacara a concurso el Price”, justifican las mismas fuentes, que aseguran haber contado con su respaldo en este sentido hasta ahora y leen esta posición como un “boicot”.

La concejala del PSOE Mar Espinar argumenta que “la reclamación entonces era específica para el Price porque no tenía dirección propia y llevaba tiempo sin nadie al frente”. Los socialistas basan su oposición en el hecho de que se saquen todos los centros, también los que ya tienen director o directora (tres de los seis). Y piden que para estos casos se espere hasta que esté creado el Consejo de la Cultura, un órgano consultivo y con representación de trabajadores del sector en trámites de formación y que el Ayuntamiento se ha comprometido a poner en funcionamiento el próximo año. “No entendemos esta urgencia que les ha dado cuando algunos llevan dos años descabezados”, zanja Espinar.

El área de Cultura y Deporte, asumida finalmente por la propia alcaldesa tras ser escenario de varias polémicas que se han llevado por delante a dos concejales, insiste en que su objetivo con los concursos es romper con “la versión mercantilista de la cultura de Botella”, un modelo que “da a la empresa municipal Madrid Destino mucha fuerza en la capacidad de gestión del área” y con el que dice no estar de acuerdo el equipo de Manuela Carmena. “Queremos que los centros recuperen la autonomía y la empresa pública sea un instrumento del Ayuntamiento”, dicen desde la concejalía, cuya acción implica despojar a la empresa municipal de capacidad de control y decisión sobre la línea de las políticas culturales.

Con los concursos, el Ayuntamiento pretende hacer “un ejercicio de transparencia”, “proporcionar igualdad de oportunidades, más allá de las personas que ya están en el circuito de gestión” y “garantizar la autonomía artística”, explica a eldiario.es la directora de Programas y Actividades Culturales Getsemaní San Marcos. “En tiempos de Ana Botella, cargos del área eran colocados en grandes centros de Madrid Destino y muchos eran discrecionales”, denuncia.

Las convocatorias, abiertas hasta el 13 de noviembre, cuentan con un sueldo fijado de antemano para los directores o directoras (de entre 65.000 y 75.000 euros anuales) y un anteproyecto de presupuesto. Además, para evitar que los elegidos alimenten su programa de producciones propias se limitarán estas a una por temporada. Los ganadores de los concursos, que conocerán a mediados de diciembre, tendrán que presentar un plan de actuación anual y otro que abarque los tres años que está en vigor la adjudicación. “El área de Cultura aprobará el conjunto a partir del marco económico de Madrid Destino y del plan de programación de los directores”, explica la directora de Programas y Actividades Culturales Getsemaní San Marcos a eldiario.es.

La mitad de los centros tienen dirección

De los seis centros cuya dirección ha salido a concurso, la mitad tienen actualmente un director o directora. En MediaLab-Prado está desde 2014 Marcos García la única dirección actual bajo concurso público que finaliza al acabar este año; Matadero tiene al frente a Carlota Álvarez-Basso y a los mandos de Conde Duque está desde Concha Hernández. Todos ellos accedieron o revalidaron el puesto en la etapa de Ana Botella al frente de la alcaldía de Madrid; la segunda tiene un contrato de alta dirección y el primero y la tercera son personal de Madrid Destino.

Los otros tres contenedores culturales tienen vacantes los puestos de dirección: Circo Price y el teatro Fernando Fernán Gómez se quedaron sin director cuando el Ayuntamiento de Madrid destituyó a Juan Carlos Pérez de la Fuente, que llevaba el teatro Español y también estos dos centros como apéndices (que ni siquiera ya tenían presupuesto propio). Era marzo de 2016. Pérez de la Fuente, exdirector del Centro Dramático Nacional (CDN), fue el elegido en verano de 2014 por Botella entre una terna de candidatos que llegaron a la final de un concurso pese a que no era el nombre con más votos. Centro-Centro, por otra parte, fue la primera institución cultural descabezada con el cese de José Tono Martínez pocos meses después de las elecciones municipales.

Todos estos centros dependen de la empresa municipal Madrid Destino, nacida en 2013 como resultado de la fusión de tres sociedades creadas por Alberto Ruiz-Gallardón: Madrid Arte y Cultura S.A (MACSA), Madrid Visitors & Conventions Bureau (MV&CB) y Madrid Espacios y Congresos (Madridec). Las críticas han salpicado a la empresa gestora desde su nacimiento, pues el equipo de Ana Botella la concibió como un “ente ágil, innovador y empresarial, orientado al mercado” cuyo fin último, según se ha interpretado desde el sector, era la liberalización de las políticas culturales.

Limitar el poder de Madrid Destino

Por eso, Madrid Destino ha sido desde el inicio una patata caliente para el equipo de Manuela Carmena. Santiago Eraso, la persona por quien apostó la exconcejala Celia Mayer para ponerse al frente, se quemó en apenas un año, polémica de los titiriteros mediante. En una entrevista con este medio, Eraso sostenía que “Madrid Destino es un sistema vertical en toda regla, que trabaja más cerca de los intereses del mercado”.

La alcaldesa, además, cambió al consejero delegado de la empresa municipal en una línea de trabajo que continúan los concursos y que se basa en dejar depender de Madrid Destino solo lo técnico. De ahí que se haya elegido para este puesto a un perfil “técnico” como Joaquín Fernández Segura, según la presentación que hizo la portavoz Rita Maestre, que también dejó claro que “Madrid destino es ente instrumental que sirve para ejecutar las lineas que se dictan desde el área de Cultura”.

El Ayuntamiento de Madrid ya ha testado la fórmula de sacar a concurso las direcciones con más o menos aceptación del resultado con El Español y las Naves de Matadero. En el primero ganó Carme Portaceli; en el segundo, el trío compuesto por Mateo Feijóo, María José Manzaneque y Almudena Ávalos, cuyo programa artístico, centrado en arte urbano, música electrónica y creaciones interdisciplinares no fueron a priori bien acogidas.

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